Paz y bien amada hermandad.
Deseando que el Señor esté animándoles y fortaleciéndoles en vuestros ministerios pastorales es que les comparto este breve impulso devocional.
“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces…”
En las páginas del nuevo testamento las imágenes relacionadas con la pesca son abundantes, y están relacionadas con los discípulos de Jesús quienes eran pescadores. Pero cuando hablamos de red hoy con seguridad el primer pensamiento sería en relación al internet más que un aparejo de pesca.
Jesús va a utilizar en la construcción de su relato imágenes de la vida diaria para describir el Reino. Una realidad cercana que se parece a una red y al mismo tiempo lejana en tanto no es exactamente esa imagen. No podemos negar que hoy la otra red también está muy presente en nuestras vidas y ministerios como instrumento de uno de los grandes factores de cambio de nuestros modos de vivir y de pensar, sí de construir nuevas subjetividades en nuestros contextos de misión.
El desafío sería que al igual que Jesús lo hiciera, fuéramos capaces de utilizar la red como imagen del Reino. De hecho uno de los grandes descubrimientos para muchos y muchas, han sido las redes sociales como espacio de comunicación y comunión.
En esta pandemia y en la post pandemia sigamos construyendo una trama de interconexiones, que se nos han mostrado como imprescindibles en la constitución de redes de cuidados.
“Redes, tejiendo redes,
Tu cuerpo y el mío, formando parte del cuerpo de la tierra y del cosmos.
Tu necesidad con la mía y la de todas las especies.
Desuniendo el caos, cohesionando esfuerzos,
generando vínculos, superando fracturas.
Redes, tejiendo redes
en el entramado misterioso de la sostenibilidad de la vida,
tensión, clamor, pasión y grito de la vida siempre resiliente
sostenida y sosteniéndonos.”
Teóloga, Pepa Torres Pérez
Jesús les preguntó: ¿Han entendido todo esto?” Ellos le contestaron: “Sí”
Amada hermandad seguir tirando las redes del evangelio en todas las aguas donde habita el ser humano.
Abrazo cálido y sereno en Cristo Jesús.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo