Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 13 de mayo
Encuentro con Dios
Paz y bien!! Hace más de cinco años que venimos compartiendo este momento de ayuno y oración, acercándonos así a ustedes y formando parte de esta comunidad de fe.
En estos momentos tan especiales como difíciles que nos tocó vivir, Dios nos llama y desafía a ver la vida desde otra mirada y reflexionar sobre nuestro presente y futuro.
Nuestros motivos de oración cambian, nuestras necesidades también, nuestras formas de ayuda varían según la situación, pero la fe en Dios, el amor que nos brinda Jesús y la fuerza que nos inspira su Espíritu, siguen intactos.
Que en este mes de mayo que está transcurriendo, donde también recordamos a Juan Wesley ( y su testimonio en medio de la pobreza, injusticia social, epidemias…), podamos ser parte de este corazón que arde en fe y amor, trabajando y orando para que Dios sane tanto a nuestro pueblo como a toda la humanidad.
Virginia y Roberto
Salmo 134
Ustedes todos, siervos del Señor,
que por las noches vigilan su templo,
¡bendigan al Señor!
¡Levanten las manos hacia el santuario
y bendigan al Señor!
¡Que te bendiga desde Sión el Señor,
creador del cielo y de la tierra!
Alabad al Señor
¡Cristo vive, fuera el llanto, los lamentos y el pesar!
Ni la muerte ni el sepulcro lo han podido sujetar.
No busquéis entre los muertos al que siempre ha de vivir.
¡Cristo vive! Estas nuevas por doquier dejad oír.
Que si Cristo no viniera vana fuera nuestra fe,
más se cumple su promesa: “porque vivo, viviréis.”
Si en Adán entró la muerte, por Jesús la vida entró;
no temáis, el triunfo es nuestro: ¡el Señor resucitó!
Si es verdad que de la muerte el pecado es aguijón,
no temáis pues Jesucristo nos da vida y salvación.
Gracias demos al Dios Padre que nos da seguridad,
que quien cree en Jesucristo vive por la eternidad.
Pablo Sosa – Canto y Fe 71
Lectura del día
Juan 21:1-14 (RVC)
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos, junto al lago de Tiberias; y lo hizo de esta manera: 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, conocido como el Dídimo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Ellos le dijeron: «También nosotros vamos contigo.» Fueron, y entraron en una barca; pero aquella noche no pescaron nada.4 Cuando ya estaba amaneciendo, Jesús se presentó en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús. 5 Y él les dijo: «Hijitos, ¿tienen algo de comer?» Le respondieron: «No». 6 Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca, y hallarán.» Ellos echaron la red, y eran tantos los pescados que ya no la podían sacar. 7 Entonces el discípulo a quien Jesús amaba le dijo a Pedro: «¡Es el Señor!» Y cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se puso la ropa (porque se había despojado de ella) y se echó al mar. 8 Los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban como a doscientos codos de la orilla.9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, un pescado encima de ellas, y pan. 10 Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de pescar.» 11 Simón Pedro salió del agua y sacó la red a tierra, llena de grandes pescados. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de ser tantos la red no se rompió. 12 Jesús les dijo: «Vengan a comer.» Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: « ¿Tú, quién eres?», pues sabían que era el Señor. 13 Entonces, Jesús tomó el pan y les dio de él, lo mismo que del pescado. 14 Ésta era la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.
A ver… llegamos a la primera gran razón para que se añadiera este extraño capítulo al evangelio ya concluido. Esto fue para demostrar de una vez para siempre la realidad de la Resurrección. Había muchos que decían que las apariciones del Cristo resucitado no eran más que visiones o « una apariencia » (*) lo que vieron, de Jesús, los discípulos. Muchos admitirían la realidad de esas visiones, pero insistirían en que no eran otra cosa. Otros llegarían a decir que no eran más que alucinaciones. Los evangelios se esfuerzan en demostrar que el Cristo resucitado no era una visión, y menos una alucinación, ni un fantasma, sino una persona real. Insisten en que la tumba estaba vacía, y en que el Cristo resucitado tenía un cuerpo real, que conservaba las señales de los clavos y de la lanza que le atravesó el costado. Pero esta historia va un paso más lejos. Una visión o un fantasma no serían, normal que indicara la posición de un banco de peces a un grupo de pescadores. Menos aún encendería un fuego para asarles unos peces a unos agotados pescadores, y menos aún los compartiría con ellos. Y sin embargo esta historia nos cuenta que Jesús sí hizo esas cosas.
Cuando Juan nos relata que Jesús se les presentó a sus discípulos cuando tenían las puertas cerradas dice: «Y mientras les decía esto, les mostró sus manos y su costado. Y los discípulos se regocijaron al ver al Señor.» (Juan 20:20 RVC). Ignacio de Antioquía (35-98 ó 110D.d.C.) en su carta a la Iglesia de Esmirna, cuenta una tradición aún más definida acerca de ese hecho: «Yo sé y creo que Jesús estaba en la carne aun después de la resurrección; porque, cuando se presentó a Pedro y a sus compañeros, les dijo: «¡Venga, tóquenme y comprueben que no soy ningún demonio incorpóreo! » E inmediatamente lo tocaron, y creyeron, porque se convencieron sin lugar a dudas de su humanidad… Y después de su resurrección comió y bebió con ellos como un ser humano.»
Estimada lectora / lector: podemos conversar “largo y tendido” acerca de la RESURRECCIÓN de Jesús; sin embargo, el primero y el más sencillo propósito de esta historia es dejar bien clara la realidad de la resurrección. El Jesús resucitado no era una visión, ni la fantasía de ninguna imaginación exaltada, ni la aparición de un fantasma: ¡era Jesús, Que había conquistado la muerte y había vuelto vencedor! Es el mismo Jesús que ha conquistado y transformado nuestras vidas. Es el mismo Jesús presente, vivo, en nuestra comunidad de fe, en nuestro amado país y en el mundo; ayudándonos a soportar esta cuarentena ―que vale la pena decir que, respetándola, nos protege a todas y todos del Coronavirus, que no es una apariencia sino un demonio muy real…
Por último; Jesús resucitado: vivo y presente, en este momento histórico que nos toca transitar… Nos anima, nos consuela por la pérdida de una amiga(o) o de un ser querido… Jesús resucitado: vivo y presente es el combustible que alimenta nuestra fe, nuestro amor y sobre todo nuestra esperanza. Amén.
(*)El docetismo (del griego koiné“parecer, aparecer» y también»aparición, fantasma»), en la historia del cristianismo, designa un conjunto de tendencias cristológicasheterodoxas presentes en los primeros siglos del cristianismo sobre la verdadera naturaleza de Jesucristo, su existencia histórica y corporal, y sobre todo su forma humana, que era una simple apariencia sin ninguna naturaleza carnal.El docetismo fue rechazado inequívocamente en el Primer Concilio de Nicea en 325y está considerado herético por la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría y la Tewahedo Ortodoxa y muchas denominaciones Protestantes que aceptan y mantienen las sentencias de estos primeros concilios de la iglesia.
ROG
Oremos en paz y en comunión…
Dios Padre y Madre, solo Vos sos digno de honor, gloria y adoración. Con Vos, cada tormenta es superada, aún el impacto global que COVID-19 está teniendo en nuestro mundo. En estos momentos, te pedimos que: Sanes a los enfermos y protejas a los que no lo están. Da más sabiduría a los líderes en sus decisiones al pasar por esta pandemia e incertidumbre económica.
Fortalece a tu Iglesia en el mundo. Revélanos cómo asociarnos a otras personas para que juntas y juntos, logremos satisfacer las necesidades y el bien común de quienes nos rodean.Calma nuestros miedos. Llénanos con esperanza, alegría y paz; pues, seguimos confiando en Vos. Usa esta pandemia para abrir el camino a una renovación espiritual. Anhelamos ver revelada tu gloria, poder y sanación. Ven Señor Jesús, ven. ¡Sí, ven, Jesús… Amén!
Oremos por…
- Todas las personas de nuestro país, Latinoamérica y todo el mundo que están enfermas por el COVID19.
- Por quienes han fallecido por este virus y sus familias.
- Por la salud de cada uno de nosotros, nuestros seres queridos, amistades, hermanas y hermanos de la iglesia, vecinos….
- Para que nuestro Dios nos de la fuerza y sentido común para poder seguir cumpliendo la cuarentena y los cuidados para protegernos y proteger a nuestro prójimo.
- Por quienes viven solas, solos y están alejados físicamente de sus seres queridos.
- Para que Jesús, nuestro amigo, maestro, guía, nos acompañe y ayude a ver estos tiempos como desafíos para crecer, crear y reflexionar en esperanza y amor.
- Por nuestro/as niños/as y adolescentes que desde sus casas, siguen estudiando y a aprendiendo de diferentes formas y aguardando el reencuentro con sus familias, amigos y compañeros/as.
- Por las-los docentes de todo el país que trabajan desde nuevos métodos, conscientes y comprometidos con la educación de sus alumnas, alumnos.
Sumemos motivos de oración a éstos compartidos y elevémoslos con fe a Dios.
Les dejo este enlace de Raly Barrionuevo y Lito Vitale
El Pescador (Pescador de hombres)