Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 6 de febrero
Encuentro con Dios
Salmo
SALMO 56. RVC
Dios mío, ten misericordia de mí,
porque hay gente capaz de devorarme.
Todo el tiempo me oprimen y me combaten;
todo el tiempo mis enemigos me pisotean;
¡son muchos los soberbios que me atacan!
Pero yo, cuando tengo miedo, confío en ti.
Confío en ti, mi Dios, y alabo tu palabra;
confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo;
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Todo el tiempo, ellos tuercen mis palabras;
sólo piensan en perjudicarme.
Se juntan para acecharme,
y vigilan cada uno de mis pasos
con la intención de quitarme la vida.
¡Dios mío, toma en cuenta su iniquidad
y en tu furor humilla a esa gente!
Tú llevas la cuenta de mis huidas;
tú has puesto mis lágrimas en tu redoma;
más bien, las has anotado en tu libro.
El día que yo te pida ayuda
mis enemigos serán puestos en fuga,
pues yo sé que tú, mi Dios, estás de mi parte.
Dios mío, en ti confío y alabo tu palabra;
Señor, en ti confío y alabo tu palabra.
Confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal?
Dios mío, yo tengo presentes mis votos,
y habré de tributarte alabanzas,
porque me libraste de la muerte
y evitaste que mis pies tropezaran
para que ante ti camine en la luz de la vida.
Alabad al Señor
// Y andaremos por el mundo con fe
y esperanza viva, celebrando, cantando,
sonriendo, luchando por la vida.//
//Y vamos a celebrar
a nuestro Dios de la vida,
la mesa de la unidad
para todo está servida.//
//Y vamos a sonreír
junto al niño y al hermano
y a aquel que nos necesite
vamos a darle una mano.//
//Y ahora vamos a cantar
con toda nuestra garganta
porque le estamos cantando
al Dios de la alabanza.//
//Nos vamos a organizar
con fuerzo y sabiduría,
y seguiremos cantando
y luchando por la vida.//
CyF 432
Lectura del Día
Lucas 4: 38-44 RVC
Ya cerca de la ciudad, Jesús lloró al verla, y dijo: « ¡Ah, sí por lo menos hoy pudieras saber lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos. Porque van a venir sobre ti días, cuando tus enemigos levantarán un cerco a tu alrededor, y te sitiarán. Y te destruirán por completo, a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no te diste cuenta del momento en que Dios vino a visitarte.»
abusos del invasor romano, los gobernantes impuestos por el imperio y sus compatriotas “colaboracionistas” (publicanos). También debemos tener en cuenta que un pueblo que sufre, en su desesperación, no mide riesgos ni consecuencias para conseguir su libertad. Nosotras(os) lo sabemos bien; pues tenemos 30.000 Desaparecidos en la última dictadura militar…
La tragedia consistió en que, si hubieran aceptado el yugo manso y humilde de Cristo, aquella desgracia nacional no habría sucedido. Las lágrimas de Jesús son las de Dios cuando ve el dolor y el sufrimiento innecesario que las personas se echan encima cuando se rebelan estúpidamente contra su voluntad. Jerusalén ha conocido la visita salvadora de Dios en Jesús. Pero la ha rechazado. Ya no se le ofrece otra oportunidad. Ya sólo queda que se manifiesten las consecuencias de este rechazo, ya sólo queda la destrucción como herencia. Jesús llora por su ciudad. Son lágrimas de compasión. Y lágrimas de impotencia. Ha hecho todo lo posible por la paz de la ciudad: « ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como junta la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! Pues bien, la casa de ustedes va a quedar desolada; y les digo que ustedes no volverán a verme hasta el día en que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”» (Lc.13:34-35).
El poder de Dios se ha hecho amor y debilidad en Jesús. Pero ese poder ha chocado contra la dureza del corazón humano. Dios prefiere «llorar de impotencia en Jesús antes que privar al hombre de su libertad» (Stöger). Este llanto es todavía llamamiento, aunque inútil también, a la conversión. Aceptar a Jesús es el camino para la paz. Rechazarlo es la ruina. Sólo en Jesús está la salvación. Amén.
ROG
Oración
Dios de Amor y Justicia; te agradezco por un nuevo día, te agradezco por renovar mi llamado a servirte. Te ruego que hoy me des la posibilidad de tomar buenas decisiones, que la presencia de tu Espíritu Santo guíe mi camino, me ayude a enfrentar los riesgos y me recuerde que no estoy solo; pues soy parte de la Iglesia que está en el mundo. Por el mismo Jesucristo. Amén.
Oramos por…
- Quienes han perdido un ser querido. Por Pablo Sosa y su familia, quienes han despedido hace pocos días a María Amelia.
- El trabajo y dedicación amorosa que brindan líderes, obreras/os, pastores/as, en las congregaciones y comunidades de fe, a lo largo de nuestro país.
- Las familias de inmigrantes de diferentes países que están refugiándose entre nosotras/os.
- Por los tiempos de descanso de pastores-pastoras y sus familias.
- Por un pueblo que reclame justicia, equidad, cuidado ecológico y trabajo.
- Dios, Padre-Madre que nos das tantas oportunidades para mejorar y cambiar de vida, toca los corazones de tantas persona perversas, que no les importa el prójimo y que hacen tanto daño. Tenemos fe que eso es posible porque Tú, todo lo puedes.
- Sigamos agregando motivos personales y comunitarios…
Recomendación y Bendición Apostólica
Yo, Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol y apartado para el evangelio de Dios, que él ya había prometido por medio de sus profetas en las santas Escrituras, les escribo acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que conforme a los hombres descendía de David,pero que conforme al Espíritu de santidad fue declarado Hijo de Dios con poder, por su resurrección de entre los muertos. Por medio de Jesucristo recibimos la gracia del apostolado, para que por su nombre llevemos a todas las naciones a obedecer a la fe. Entre esas naciones están también ustedes, llamados a ser de Jesucristo. A todos ustedes que están en Roma, los amados de Dios que fueron llamados a ser santos: Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con ustedes.