Tiempo de Oración – Propuesta semanal para el 27 de diciembre
Encuentro con Dios
Alabad al Señor
Para esta tierra sin luz, nace el Señor;
Para vencer las tinieblas, nace el Señor;
Para cambiar nuestro mundo,
// Todos los días nace el Señor. //
Para vencer la pobreza, nace el Señor;
Para los pobres que sufren, nace el Señor;
Por la igualdad de las gentes,
// Todos los días nace el Señor. //
Para traernos amor, nace el Señor;
Para vencer egoísmos, nace el Señor;
Al estrechar nuestras manos,
// Todos los días nace el Señor. //
J.A. Espinosa, España
Lectura del día
Juan 1: 6-8, 19-28. Reina Valera Contemporánea (RVC)
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio
de la luz, a fin de que todos creyesen por él.
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz…
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Las personas, por lo general, cuando nos relacionamos con otras, le preguntamos su nombre y que tarea, trabajo o actividad realiza… Y cuando alguien nos pregunta por tal o cual persona respondemos: ―Ah, sí… Jaime, el mecánico; Jorge, el almacenero; Verónica, la secretaria; etc.
A Juan le pasó algo parecido… le preguntaron si era Elías o algún profeta y respondió que no era ninguna se esas personas. Además le preguntaron si era el mismoMesías que había venido; pregunta que respondió enfáticamente, que él no era el Cristo. Por su parte, Juan, estaba bautizando gente en el río Jordán, para el perdón de sus pecados y de allí le quedó su nombre: ―JUAN, el BAUTISTA.
Es interesante que los versículos 6 al 8, que hemos leído,es un himno muy antiguo que se cantaba en la iglesia primitiva, donde se elogia la misión de Juan, como testigo de la Luz.
El tema de la Luz, en el evangelio de Juan, se repite vez tras vez… Sin entrar en detalles, este evangelio acentúa que; Jesús, el Cristo, es la Luz que alumbra a toda la humanidad en los momentos más oscuros.
Ahora bien… ¿Qué significa o de qué manera, podemos hoy, ser testigos de la Luz a igual que Juan, el Bautista? Para Juan, obedecer a este llamado, de ser luz, no habrá sido fácil porque no solo anunciaba el perdón para todas las personas con el arrepentimiento incluido; y que era otorgado a cualquiera de condición o estatus social, sino que también, denunciaba la corrupción y los pecados graves que cometían los religiosos y los gobernantes de su tiempo, a riesgo de su propia vida…
No deseo, justamente en este tiempo, en el cual deberíamos estar alegres, transmitir “mala onda” pero vivimos, tiempos violentos, tiempos donde las personas andan de aquí para allá « como ovejas sin pastor » Marcos 6:34; tiempos de pobreza para mucha gente, tiempos de angustias, desesperanzas y de innumerables opresiones y no-vida…
Ser testigo de la Luz es alumbrar sobre todo, a quienes oprimen, para que vean sus pecados, sus errores y cambien de actitud. Porque la luz que irradiamos no solo es denuncia sino también juicio y una oportunidad para quienes oprimen cambien de actitud y tengan la posibilidad de llegar a ser personas nuevas por la gracia del “Padre de las luces” (Santiago 1:17). Esto es una Buena Noticia…
Por otro lado… Ser testigos de la luz es también, envolver con la luz de Cristo a las personas que más nos necesitan con rayos de esperanza, de fuerza para seguir adelante, de fe, para que vean a Dios en Jesús, como se ocupa y preocupa por ellas y ellos, que está presente y… Que el Dios Liberador, todavía no ha dado su última palabra.
De manera que siguiendo el consejo que dio el Apóstol a la comunidad de Filipos:
«Seamos irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecemos como luminares en el mundo » Filipenses 2:15.
¡Qué así sea!
Roberto González
Oración de la mañana
Levanta Señor tu poder. Quita los obstáculos que nos pone nuestro pecado y así celebremos este tiempo de tu nacimiento; de manera que, te recibamos con mucha alegría y nos consagremos a servirte para siempre. Te lo pedimos por Cristo que es uno con Dios Padre y Madre y el Espíritu Santo, ahora y siempre. Amén
Oremos por
- Por nuestro país, nuestras comunidades y barrios.
- Por aquellos que han quedado sin trabajo.
- Por nuestros padres, abuelos, abuelas que están jubiladas y sufren de la injusticia y desamparo.
- Por la construcción de una paz verdadera.
- Por nuestras familias, amigos, hermanos y hermanas de la iglesia.
- Por la sanidad de nuestros enfermos.
- Para que prevalezca la justicia en este nuevo año que está por comenzar.
- Por los campamentos de los niños, adolescente.
- Agreguemos más motivos para orar en la semana…
Oración Nocturna
Que Dios nos regale la serenidad de María, y nos conceda la fortaleza de José; que Dios nos dé un corazón generoso para hospedarlo y pies ligeros para acudir a su encuentro.
Que Dios nos salude con buenas noticias y nos bendiga siempre en el niño de Belén. Amén.
Salmo 126 RVC
Cuando Dios nos hizo volver del exilio
Nos pareció que estábamos soñando.
De los labios nos brotaban risas y gritos de alegría.
Hasta las demás naciones decían: “Realmente
Es maravilloso lo que Dios ha hecho por ellos.”
Sí, Dios había hecho grandes cosas por nosotros,
Y estábamos alegres.
¡Señor, haz que cambie de nuevo nuestra suerte,
Como cambia el desierto con las lluvias!
Las lágrimas que derramamos
Cuando sembramos la semilla,
Se volverán cantos de alegría
Cuando cosechemos el trigo.