Seguimos cuidándonos: diciembre
«El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré»
Salmos 91
Paz y bien sean con ustedes amada hermandad.
En este tiempo, en que varias comunidades de fe han ido habilitando diversas experiencias de reaperturas cuidadas, que se van haciendo muy visibles por las redes, ciertamente es un motivo de alegría para las congregaciones mismas y sus pastores esta posibilidad del reencuentro, tras tantos meses de virtualidad.
También deseo puntualizar que es importante acompañar también a otras congregaciones, que aún esperan mayores certezas para abrir modalidades presenciales. Y ciertamente en algunas o algunos miembros, se puede evidenciar cierto estado de ansiedad, que se potencia al ver que en otros lugares se está explorando la realización de actividades presenciales. En particular, a quienes deben transitar estos niveles de ansiedad, no ha de resultar una tarea fácil y debe estar munida de una gran dosis de paciencia. Por ello, les animo a estar orando por la tarea pastoral de quienes aún están en acciones virtuales y tienen que manejar las ansiedades de alguna manera.
Por otra parte, lo que puede pasar también es que, al ir habilitando las actividades presenciales, se puede generar despreocupación o relajamiento en cuanto a los necesarios cuidados que hemos de mantener. Es muy importante no perder de vista este aspecto que les menciono, aunque estoy seguro de que lo tienen dentro de vuestra mirada pastoral.
Amada hermandad, agradecido a Dios por vuestros ministerios y por el acompañamiento intenso, que brindan a las comunidades de fe, en especial en los días que nos tocan vivir que requieren de mucha tolerancia y amorosidad.
Abrazo cálido y sereno en el amor de Jesús.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo