Restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba
Manifiesto del Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe (CIEMAL) ante las declaraciones del presidente Barack H. Obama de los Estados Unidos y el presidente Raúl Castro de Cuba, para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
Adviento es tiempo de espera en la manifestación del Mesías, el Ungido de Dios, nuestro Señor y Salvador Jesucristo. También, es un tiempo que nos invita a vivir en esperanza, amor, gozo y paz. Estos cuatro pilares son fundamentales en nuestras vidas en la fe. Son fundamentales para fomentar una cultura de paz, sosiego y una vivencia de respeto, relacional y comunitaria. En este tiempo de preparación y espera hemos recibido en días recientes,17 de diciembre del presente; la noticia sobre la declaración de restaurar las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba.
Por más de cuarenta (40) años, las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos y Cuba han estado detenidas,impedidas y limitadas. Las decisiones presidenciales y del Congreso de los Estados Unidos, en el pasado, apuntaron a sostener un bloqueo contra nuestra isla hermana Cuba. Transcurrieron once (11) Presidentes antes de iniciar este proceso de diálogo para restablecer dichas relaciones diplomáticas entre estas dos naciones.
El Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe apoya esta gran decisión que ambos Presidentes han manifestado. Nos comprometemos con nuestras oraciones y profunda solidaridad. Más aún, estaremos dispuestos a intervenir en los que así nos necesiten para que este proceso tan esperado sea una realidad prontamente. La paz se construye, la paz hace justicia, la paz es posible. Esta declaración ha sido un motivo de oración y acción por más de cuatro décadas para CIEMAL. Exhortamos a que todos y todas, que nos desliguemos de todo espíritu de destrucción, conflicto y hostilidad. De igual manera, les invitamos a promover el fruto del Espíritu que construye relaciones, ambientes y comunidades de paz. Afirmamos la Palabra que expresa la Epístola de Santiago 3:18:
“En fin, la justicia es un fruto que se siembra en paz por los que obran la paz”.
Es nuestra oración que esta declaración sea firme, se sostenga y se cumpla a cabalidad. Oramos por ambos Presidentes para que seanllenos de sabiduría y gracia. Oramos por ambos pueblos para que experimenten el fruto de la justicia, el cual se siembra en paz.
Rev. Lizzette Gabriel-Montalvo, Presidenta
Obispo Frank De Nully, Vice-Presidente
Rev. Luciano Pereira Da Silva, Secretario General