Respuesta al ataque en Orlando por la Obispa Minerva Carcaño
Amigos/as,
Esta mañana nos despertamos ante la atrocidad del tiroteo en Orlando, Florida, la peor masacre en la historia de los Estados Unidos. Lloramos con las familias y los seres queridos de aquellos que fueron asesinados y heridos. Estamos tan conscientes del daño moral que una expresión de odio y prejuicios nos inflige a todos/as nosotros/as.
Mientras he estado orando por las víctimas, por la familia del tirador, por la gente de Orlando y por nosotros, siento una preocupación en mi corazón. ¿Será posible que nosotros/as, los/as metodistas unidos/as con la actitud y posición negativa contra las personas LGBTQI contribuimos a tal crimen?. Cuando decimos que los homosexuales son vidas incompatibles con la enseñanza cristiana, que no se van a incluir en nuestro liderazgo ordenado y que no son lo suficientemente importantes como para que nosotros invirtamos recursos de la Iglesia, en abogar esecialmente por su bienestar. Cuando decimos que nuestros hermanos y hermanas LGBTQI no son dignos de la plenitud de vida que Cristo nos ofrece, ¿estaremos contribuyendo a la clase de pensamiento que promueve hacerle daño a nuestros hermanos y hermanas, nuestros hijos e hijas, que son personas sagradas de Dios?
Quiero que piensen y oren conmigo sobre esto. No podemos simplemente esperar y permitir que lo que sucedió en Orlando pase, sin nuestra profunda reflexión y nuestro arrepentimiento, y esa conversión dondequiera que sea necesaria en la vida de nuestra Iglesia. Estar en solidaridad con la gente de Orlando en su desesperación y dolor, como muchos nos han llamado a hacer empezando por el presidente Obama, no es suficiente. Como discípulos de Jesucristo, debemos unirnos por la vida abundante para todos los/as hijos/as de Dios, incluyendo a nuestros hermanos y hermanas LGBTQI.
Paz,
Obispa Minerva G. Carcaño