Las preguntas de la Gran Parroquia – Justicia migratoria y hospitalidad

27 Sep 2019
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Las preguntas de la Gran Parroquia – Justicia migratoria y hospitalidad


 

JUSTICIA MIGRATORIA Y HOSPITALIDAD
MIGRACIONES EN EL CONTINENTE

Néstor O. Míguez

Los invitamos a leer y reflexionar en relación con el texto que sigue.


El panorama de la migración en los siglos XX y XXI


La movilidad es tan antigua como la especie humana. De hecho, se la considera el motor de la historia humana. Se volvieron a trazar fronteras, se reescribieron historias de vida, y se transformaron identidades y subjetividades simplemente porque hubo individuos, grupos o masas de personas que se arriesgaron a cruzar las fronteras por tierra, mar o aire.

El siglo XX vio cruzar fronteras a grandes desplazamientos de personas por distintas razones. La expansión colonial europea que se extendió hasta la primera mitad del siglo XX involucró el movimiento de personas de tres continentes – desde los aproximadamente 61 millones de europeos, incluyendo misioneros, que se trasladaron a colonias y asentamientos, hasta los miles de personas de las colonias que se trasladaron, o fueron obligadas a trasladarse, por ej. como esclavos. Mientras tanto, las conmociones sociales provocadas por las dos guerras mundiales llevaron a un traslado considerable de refugiados o personas en busca de asilo.

Sin embargo, el siglo XXI fue denominado ‘la era de la migración’, principalmente porque hay más personas en tránsito en el mundo hoy que nunca antes. Un informe de la ONU publicado en junio de 2014 indica que, en todo el mundo había 232 millones de migrantes internacionales. […]Hoy, aproximadamente 3% de la población del mundo son migrantes. Si bien el porcentaje puede parecer minúsculo, en realidad representa a muchas personas. De hecho, si todos los migrantes del mundo se juntaran para establecer un país, ese país sería el quinto en cuanto al tamaño de la población.

Nuestra América Latina no es ajena a todo ello. Tanto las migraciones de siglos anteriores, como las del presente representan una parte sustantiva de la población de nuestro continente. A tal punto que en la mayoría de los países la población originaria es minoría. Pensar la migración en América Latina, para la mayoría de nosotros, es pensar nuestra propia historia familiar y nacional.


Actividades de reflexión

  • Compartan con el grupo quiénes de ustedes provienen de familias migrantes. ¿En qué tiempos migraron a la Argentina? ¿Por qué razones?
  • Seguramente habrá historias muy interesantes en relación con ello. Pueden compartirlas y reflexionar a partir de ellas. También es valioso recordar lo que estos diversos orígenes nos aportaron y quedó en nuestra memoria: comidas, bailes, fiestas, expresiones idiomáticas de nuestros abuelos o familiares migrantes.
  • En su provincia o localidad, ¿reconocen puntos de concentración de familias migrantes? ¿Qué características tiene la zona o el barrio? ¿Cómo viven? ¿Cómo los llaman los demás? ¿Cómo se relacionan con las demás personas?
  • Reflexionen acerca de esto: ¿cuáles de las afirmaciones realizadas en el punto anterior están basadas en datos fidedignos? ¿Cuáles de ellas las suponen o surgen del prejuicio, propio o social?
  • Sobre qué características de estas personas les parece a ustedes que se construye el prejuicio: ¿las costumbres, el aspecto físico, las características culturales, la religiosidad?

Para ampliar y profundizar

El texto citado al pie es una fuente interesante para quienes quieran seguir leyendo sobre este tema.


La migración en la Biblia


Lean atentamente el texto que sigue. Encontrarán allí lecturas del Antiguo y del Nuevo Testamento para reflexionar desde lo que la Biblia nos dice.

El fenómeno migratorio no es ajeno al relato bíblico. De hecho, el pueblo de Israel se constituye originalmente como un pueblo nómade, que habitó como extranjero y tras la conquista y asentamiento en la tierra de Canaán, siempre tuvo la presencia de extranjeros en su propio territorio. De ello quedan testimonios en las páginas de las Escrituras. Además, tuvo migraciones por exilios y diásporas.

Hay muchas citas bíblicas que nos hablan de los extranjeros. Más de 120. He aquí una pequeña selección para ayudar a ilustrarnos. Muchas reiteran lo que dicen las transcriptas. También hay que reconocer, especialmente en los libros de Esdras y Nehemías, expresiones discriminatorias sobre las mujeres extranjeras. Eso sí, hay expresiones de crítica a los extranjeros cuando estos se enriquecen a costas del pueblo, lo invaden o saquean:

Lamentaciones 5:2: Nuestra heredad ha pasado a extraños, nuestras casas a forasteros.

Deuteronomio 27:19: Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Salmo 94: 2-6: Engrandécete, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios. ¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, oh JHVH, se gozarán los impíos? ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad? A tu pueblo, oh JHVH, quebrantan, y a tu heredad afligen. A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida.

En el Nuevo Testamento hay muchas menos menciones a los extranjeros, ya que la idea es que hay un solo pueblo de Dios donde nadie es, realmente, extranjero: “Ya no hay ni judío ni griego…” Gálatas 3:28.

Mateo 25:35: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

Efesios 2:19: Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.


Actividades de reflexión

  • A la luz del texto de Deuteronomio y del Salmo 94, los invitamos a conversar sobre el mandato judío en relación al extranjero o forastero, como trasfondo cultural y ético del cristianismo.
  • Los invitamos a detenerse nuevamente en la cita de Mateo 25:35. ¿Cuál les parece que es la importancia de este breve texto?
    Proponemos que relean los textos de Efesios y luego el de Gálatas para debatir luego en el grupo qué significa para nosotros hoy lo que afirma el Apóstol Pablo.

Para ampliar y profundizar

Para quienes se entusiasmen con este tema y su presencia en la Biblia, el autor del texto sugiere leer también las siguientes citas bíblicas del Antiguo Testamento:

  • Éxodo 22:21: Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
  • Éxodo 23:9: Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
  • Levítico 19:10: Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo YHVH, vuestro Dios.
  • Levítico 19:33: Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis.
  • Levítico 19:34: Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo JHVH, vuestro Dios.
  • Levítico 24:22: Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural; porque yo soy JHVH, vuestro Dios.
  • Deuteronomio 1:16-17: Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré.
  • Deuteronomio 10:17-19: Porque JHVH vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
  • Deuteronomio 14:29: Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.
  • Deuteronomio 24:17: No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda..
  • Salmo 146:9: JHVH guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna.
  • Jeremías 7:6: y no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro.
  • Jeremías 22:3: Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
  • Ezequiel 22:7: Al padre y a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; al huérfano y a la viuda despojaron en ti.
  • Ezequiel 22:29: El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho.
  • Malaquías 3:5: Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice JHVH de los ejércitos.

La actualidad de las migraciones


Los invitamos a leer y reflexionar en relación con el texto que sigue.

Argentina ha sido un país de migrantes, como lo declara el propio Preámbulo de la Constitución Nacional. Siempre hubo leyes que propiciaron y ampararon a quienes han venido al país en búsqueda de una nueva oportunidad de vida. En los siglos XIX y XX la gran migración fue europea, a tal punto que hubo momentos en que en la ciudad de Buenos Aires era mayor el número de personas nacidas fuera del país que los nativos.

Esto cambia a partir de la segunda mitad del siglo XX, donde, con la creciente industrialización del país, éste se vuelve polo de atracción para los habitantes de naciones vecinas. También se da concomitantemente la migración interna, formándose los cordones de pobreza que dieron origen a las “villas” en las grandes ciudades, y aún en algunas medianas. No es que la industrialización hizo pobres: es que la migración hizo visible la pobreza de la peonada rural que se trasladó a las ciudades en busca de mejores condiciones de trabajo y vida.

El último tercio del siglo XX agregó la migración de refugiados políticos. Muchos vinieron a la Argentina, para luego tener que volver a migrar cuando la dictadura genocida de 1976, que hizo también que muchos argentinos buscaran refugio fuera del continente.

Nuestra Iglesia Metodista respondió creando, junto con otras iglesias evangélicas ecuménicas la Comisión Argentina de Refugiados (CAREF), que sigue siendo hoy el brazo de nuestra iglesia en la pastoral de migrantes. También muchas congregaciones han recibido y siguen recibiendo hermanos y hermanas extranjeros que se han incorporado a nuestras comunidades.

Las migraciones también influyen en el campo religioso: muchas iglesias hermanas, y una parte de la Iglesia Metodista en Argentina se formaron a partir de polos migratorios. Esto también es cierto de diversas devociones en el catolicismo. Es que las migraciones también enriquecen nuestra cultura: desde la cocina hasta el arte, pasando por el deporte y nuestro idioma nacional, se construye sobre los ricos aportes de las más diversas corrientes migratorias. Rechazar el valor de las migraciones para nuestro país es vaciar de sentido nuestra propia cultura y tradición.

Hoy en día son tres las principales causas de migración a nivel planetario: situaciones bélicas y políticas, económicas y ecológicas. El neoliberalismo y la economía global inciden fuertemente: el constante flujo de dinero de los países pobres a los más ricos, por pago de deudas, regalías, repatriación de utilidades empresarias, bonos, etc. hace que la gente quiera ir a donde va su sustento, su dinero, sus bienes. Las guerras no son ajenas a esta misma causa, descargando su horror sobre la población civil. El cambio climático y las industrias contaminantes producen desertificación o envenenamiento de aguas y tierras, expulsando a la población que vivía de esos recursos.

Nuestro país a la vez recibe y expulsa migrantes por las tres causas, aunque hoy la política ha disminuido. Son también motivos de las migraciones internas, que no han cesado.

Desgraciadamente la respuesta de muchos referentes políticos, tanto del partido de gobierno como de la oposición, es el prejuicio: proyectos de ley discriminatorios y regresivos, amenazas de expulsión. Frente a ello somos llamados a una pastoral comunitaria de hospitalidad, de aceptación y refugio, según el llamado del Evangelio.


Actividades para pensar y debatir

  • ¿Qué entienden ustedes por la afirmación de que el Evangelio nos llama a “una pastoral comunitaria de hospitalidad, de aceptación y refugio.”?
  • ¿Qué cambios deberían hacer como iglesia local para encarar esa tarea pastoral comunitaria?
  • ¿Y nuestra iglesia nacional?

Para ampliar y profundizar

  • El autor menciona en el texto a CAREF: ¿conocen su tarea? ¿Cuál ha sido y es su importancia? ¿Cómo estiman su trabajo en relación con los textos bíblicos leídos anteriormente?
  • Si en el grupo no conocen a CAREF, les sugerimos leer acerca de esta entidad en la que nuestra iglesia participa. Pueden buscar en Internet en https://www.caref.org.ar/, consultar con el Pastor/a u otros referentes de la congregación. También les aportamos este texto de presentación que figura en la página web:

Acerca de CAREF

Somos una asociación civil sin fines de lucro que trabaja por los derechos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo desde 1973.

Promovemos los derechos humanos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo a través de la construcción de prácticas y normas que favorezcan su integración en condiciones de justicia e igualdad.

Brindamos servicios profesionales gratuitos de asesoramiento, orientación, asistencia social y jurídica; talleres de capacitación en temáticas vinculadas al ejercicio de derechos para actores sociales relevantes y para los propios migrantes; y a la vez propiciamos acciones que permitan la definición de políticas de Estado que tiendan a garantizar estos derechos.

La Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes está compuesta por cinco iglesias: Evangélica Discípulos de Cristo, Evangélica del Río de la Plata, Evangélica Metodista Argentina, Evangélica Valdense del Río de la Plata y Evangélica Luterana Unida.” (…)

Historia de CAREF

En octubre de 1973, CAREF inició su trabajo bajo la iniciativa de un grupo de pastores de diferentes iglesias evangélicas quienes salieron en apoyo de las personas que huían de Chile, luego del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende por los militares de ese país.

Los refugiados llegaban a Mendoza, localidad de la frontera con Chile y desde allí se dirigían a Buenos Aires a buscar ayuda. CAREF organizó muy pronto este acompañamiento y durante varios años, ayudó a insertarse a los chilenos que pudieron permanecer en la Argentina y a aquellos que debieron partir de la Argentina hacia otros países.

A los pocos años de iniciado el trabajo, las dictaduras se habían extendido por toda América Latina. En Argentina se vería interrumpida la vida democrática, a partir del golpe cívico militar encabezado por Jorge RafAel Videla en 1976. Este contexto no fue propicio para la residencia de personas refugiadas y tampoco para la vida de las instituciones que se abocaban a su defensa y acompañamiento.

Si bien un número importante de integrantes de esta primera Comisión se vieron forzados a salir de la Argentina, CAREF continuó su trabajo gracias al apoyo y cooperación del ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados) y especialmente del CMI (Consejo Mundial de Iglesias).


Para orar

Habiendo trabajado sobre estos materiales y lecturas bíblicas, como así también compartido con los hermanos y hermanos de la congregación, ¿qué temas de oración propondrían?
Si alguien quiere proponer una oración sobre el tema, será importante que les quede registrada.

Néstor O. Míguez: Doctor en Teología y Estudios de postgrado en Antropología Social y política. Pastor Emérito de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina; Presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas. Profesor emérito en las áreas de la Biblia (Nuevo Testamento) y teología sistemática. Profesor invitado y conferenciante en diversas universidades y centros de educación teológica a nivel mundial. Más de 200 publicaciones incluyendo libros, capítulos de libros y artículos académicos.

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