10 – José: el cuidado de Dios (+ introducción José)

16 Feb 2020
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10 – José: el cuidado de Dios (+ introducción José)

Guías Metodológicas


Libro de actividades 10


Introducción: La historia de José.


Dado lo detallado que cuenta La Biblia la historia de José, sólo hemos tomado algunas partes. La recomendación es que los maestros y líderes
puedan leerla en su totalidad (Génesis 37 al 50). Vamos a continuar por varios encuentros más con estas “historias de José”.
Cuando uno se “mete” dentro de la historia de José con todos los personajes que lo circundan es muy fácil de pronto olvidar que era una persona como nosotros y que sus hermanos y demás familiares también lo fueron, con sus más y con sus menos. Pero el Señor los tomó y los llevó por caminos impensados, Él tuvo en cuenta aún las cosas malas que pasaron en sus vidas y las entrelazó para mostrar su poder y llevar la historia a buen fin… por lo menos hasta el fin de la vida de José.
Después los intereses de la explotación humana se imponen incluso en la vida de José (Gén 47.13-26). El que había sido el instrumento de la vida por su previsión en tiempos de hambruna, se convierte en instrumento de esclavitud para el pueblo egipcio y todos los extranjeros residentes. Siglos después (Hch 7.6ss) se va a levantar “un nuevo rey en Egipto, “que no había conocido a José” (Éx 1.8), y van a comenzar los tiempos de la esclavitud de los hebreos –desde los entonces legendarios hermanos de José que se asientan en la tierra de Gosén–, tiempos que culminan con la liberación de los esclavos “hebreos” y su marcha hacia la nueva tierra de la libertad.
En medio de los vericuetos y miserias de la historia humana, la experiencia de José nos muestra la importancia de la fidelidad al Dios de la vida y la libertad, de la justicia y la verdad. Cuando vengan nuevas situaciones donde el pecado vuelve a imponerse, más allá de nuestras posibilidades personales, el Dios liberador volverá a levantar nuevos servidores fieles: Moisés y Josué, María y Débora, entre otros.
Que podamos transmitir a nuestros niños y adolescentes esta historia tan elocuente y tan actual. La vida de José tiene muchas partes oscuras que parece que nunca se van a resolver y sin embargo Dios (que tiene otros tiempos, no los nuestros) va armando cada una de las piezas hasta llegar al momento final, momentos de abrazos y perdón en que José hace el reconocimiento delante de sus hermanos que
“Dios cambió el mal en bien para salvar la vida de mucha gente”.

José permaneció fiel al Señor aún en los momentos más difíciles, aprendió con su propia vida que siempre está primero la voluntad de DIOS aún cuando nosotros no seamos las mejores personas.
Buscó superar las situaciones adversas. Y hasta donde pudo, actuó con sabiduría, amor y espíritu de perdón para que su familia también pudiera cambiar su vida y para que todo el pueblo egipcio y los hebreos sobrevivieran en tiempos de crisis económica.

Les proponemos cantar esta canción. Y es importante que sepamos con seguridad que confiar en nuestro Dios es lo mejor, pues nunca falla y siempre quiere las cosas mejores para cada uno de sus hijos.

Puedo confiar en el Señor
Puedo confiar en el Señor, no me va a fallar.
Puedo confiar en el Señor, no me va a fallar.
Si el sol llegara a oscurecer
y a no brillar ya nunca más,
igual confío en el Señor: no me va fallar.
Puedo descansar, puedo descansar,
pues en su amor él me guardará.


¿Qué queremos lograr?

Atraparlos con esta historia. Sí, queremos que tanto los niños como los adolescentes quieran conocer cómo avanza esta historia, qué sucede con los personajes y puedan descubrir la relación con su vida diaria. Seguramente que al leer la historia de José encontraremos condimentos muy parecidos a nuestras vidas: celos, engaños, necesidad de perdón, un pueblo que pasa hambre cuando otro tiene abundancia de alimento. Queremos que cada uno pueda sentir que está dentro de la historia y es ese personaje al que DIOS quiere cambiarle la vida y quiere cambiar lo malo en bueno para el bien de todos.


Para tener en cuenta


  • Podemos exponer carteles con versículos claves en el salón en donde nos reunimos, vestir a los niños con una túnica de colores.
  • Esta es la historia de una familia y al mismo tiempo es el relato de la transición entre el comienzo del establecimiento del pueblo de Dios en Egipto.
  • Podemos trabajar sobre la historia de la familia de los niños, como está compuesta y para esto debemos conocer bien a nuestro grupo. Algunos niños y/o adolescentes viven en situaciones familiares de mucho conflicto, de desmembramiento. No podemos pensar que todos tienen una familia formada por papá, mamá y los hermanos. Es muy importante conocer bien a los integrantes del grupo y acompañarlos en su camino de fe para que reconozcan que el Señor está con ellos en toda situación, y que nosotros no somos calificadores de su vida sino que los amamos y caminamos juntos para que puedan reconocer que el Señor los ama y les abre el futuro de una vida de gracia si confían en él como como su Dios amigo y compañero.



Génesis 37


¿En qué familia no hay problemas? Traemos a nuestra familia los problemas que teníamos de chicos, y también aportamos las cosas buenas que aprendimos de nuestros padres, abuelos, tíos… Ya sabemos los problemas que tuvo Jacob con su hermano Esaú, el comilón. Jacob se aprovechó del hambre de su hermano y le hizo el trueque de comida a cambio del derecho de ser el mayor… Con los años, Jacob logra el perdón de Esaú y los hermanos se reconcilian.
Ahora Jacob estimula la envidia de los hermanos de José con sus mimos, con una complicidad de delaciones a estos hermanos mayores, a lo que se van sumar unos sueños que parecen de un engreimiento odioso. Por cierto que estos hermanos mayores, adultos todos ellos, en vez de incorporar a José al grupo y ayudarlo a crecer sin rivalidades infantiles, se transforman en potenciales asesinos de su hermano.
José, el hijo favorito de Jacob, era en ese momento un muchacho de 17 años, un pastor de ovejas. Él tenía once hermanos, todos mayores, menos Benjamín, el más chico. José tenía la tendencia de contarle a su padre todas las cosas malas que sus hermanos hacían. Esto hacía que sus hermanos se molestaran con él. Y cuando Jacob hizo una túnica especial, muy especial para él, sus hermanos se molestaron mucho. Esta capa de colores era un símbolo de autoridad y favorecía una posición privilegiada dentro de la familia. Los hermanos ya lo odiaban, y esta acción del padre empeoró la situación.

José tuvo un sueño. Cuando José les contó a sus hermanos todo, todo el sueño, ellos se enojaron mucho. En el sueño José era mucho más importante que todos sus hermanos. Y después José tuvo otro sueño, donde su mismo su padre se inclinaba delante de él.
Los hermanos lo vieron venir a donde ellos estaban y planearon matarlo. Rubén, el hermano mayor, convenció a los otros hermanos de encerrarlo en una de los grandes pozos que había en esa zona, para no matarlo con sus propias manos.
Entonces vieron venir una caravana de Ismaelitas o madianitas que iban camino a Egipto. Cuando la caravana de mercaderes del desierto llegó cerca de ellos, sacaron a José de la cisterna y se lo vendieron como esclavo. Los mercaderes se llevaron a José a Egipto.
Ellos llevaron la túnica a Jacob y le dijeron a su padre que la habían encontrado llena de sangre. Jacob quedó con ese dolor de su hijo, tal vez muerto por alguna fiera, y nunca nadie lo pudo consolar.
Mientras tanto, José llegó a Egipto. Los comerciantes Madianitas lo vendieron a Potifar, uno de los oficiales del Faraón, donde hasta ahora, en esta hermosa historia, le está yendo muy bien.


¿Qué queremos lograr?


  • Reconocer que Dios está con nosotros en las buenas y en las malas, cumpliendo su promesa de que siempre va a estar a nuestro lado.
  • Valorar que Dios es siempre justo y que va a tratar de encaminar nuestras vidas a pesar de errores y más allá de malas intenciones.

Índice



./ niñas/os no lectores

Llevar una túnica o hacer “túnicas” de bolsa para que se las pongan los niños durante la historia.

Contar la historia de la siguiente manera:
Jacob tenía doce hijos. (Cuenten hasta doce.) El anteúltimo se llamaba José. Jacob amaba especialmente a José y un día dijo: “Voy a hacer una túnica para José. Cuando lo vea, él sabrá cuanto lo quiero”.
(Hay que contar a los niños que en ese tiempo todos, incluso los varones, no usaban pantalones sino solamente túnicas, como algunos pueblos siguen haciendo)

Así que Jacob les dijo a sus ayudantes que necesitaba lana especial para hacer la túnica para José (Decir a los niños que la lana viene de las ovejas). Jacob tiñó la lana usando diferentes colores. Él tejió la túnica a la medida de José y finalmente cosió las distintas partes (hacer como que está tejiendo y después cosiendo con una aguja). Cuando la túnica estaba terminada, Jacob llamó a José. José corrió para escuchar a su padre. Jacob le enseñó a José la túnica. Estaba muy hermosa. José vio la túnica y sonrió. Tomó la túnica y se la puso.
Estaba muy bonita (Pedir que se pongan sus túnicas). Le gusto mucho la túnica y corrió a mostrársela a sus hermanos. Sus hermanos se pusieron muy celosos. Pensaron que Jacob quería solamente a José. No se daban cuenta de que Jacob quería mucho a su hijo, casi el más chico, junto con el otro hermano de su madre.
Un día José tuvo un sueño y se lo contó muy contento a sus hermanos. En el sueño, todos los hermanos de José se arrodillaban ante él (Hacer una reverencia). Cuando los hermanos escucharon esto, se pusieron furiosos. Un día José fue a darles un mensaje a sus hermanos mientras estaban en el campo.
Cuando los hermanos lo vieron venir, estaban todavía muy enojados, ¡querían matarlo, de verdad! El hijo mayor, Rubén, les pidió que mejor lo tiraran en un pozo. Y cuando pasaron unos vendedores del desierto, a los hermanos de José se les ocurrió venderlo como un esclavo.
Tomaron el dinero y se burlaron de José: “¡Que te vayan bien en Egipto como esclavo!” Después, los hermanos rompieron la túnica en pedazos. Le llevaron la odiada túnica a su padre, diciéndole que un animal había matado a José.

Dios cuidó a José. Él tenía un plan para José. Dios quiere que amemos a nuestros hermanos y hermanas. Si miramos las cosas con los ojos de Dios, vemos que todos y todas son nuestros hermanos y hermanas.

Oramos.- pidiendo a Dios que nos ayude a amar a otros y a ser amables con todos durante esta semana.

Túnica

Hagan una túnica con bolsas de papel.

 

Álbum

Cada uno se dibuja con una túnica de colores, y hacemos como un álbum de fotos de todos los niños con “túnicas de diferentes colores. ”Este álbum servirá paras que en los encuentros se pueda orar por cada uno de ellos.

 

Comentar que Dios quiere que amemos a nuestros hermanos y hermanas aún cuando nos hacen algo malo.

Hablen de las diferentes formas de poder amarlos.
Cuando un hermano o hermana se enferma o tiene algún problema en la escuela, los papás los cuidan especialmente, y nosotros no tenemos que ponernos celosos ni envidiosos por ese cuidado especial. Todos los papás y mamás quieren a todos sus hijos, y de manera especial a cada chico o chica.

Dios no tiene favoritos. Los hermanos de José estaban celosos porque pensaban que su padre lo amaba más a él. Dios nos dice que ama a toda la gente, a todos los chicos, a todos los grandes.

Libro de Actividades
  Imprimir 1: Dibujo (Libro de Actividades)

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./ niñas/os lectores menores

Preguntar si ellos estuvieron enojados con alguien.

Decir que la historia Bíblica que van a conocer nos cuenta sobre una gran familia, con sus virtudes y sus defectos: los hermanos más grandes estaban muy enojados contra uno de sus hermanos.

Contar la historia de la siguiente manera (o leerla de la Biblia en Génesis 37):
José era un muchacho de 17 años. Él siempre se fijaba en todo lo malo que hacían sus hermanos, y se lo contaba a su padre. Esto hizo que sus hermanos estuvieran muy enojados con él.
El padre de José, Jacob, amaba mucho a este hijo, mucho más que a sus otros hermanos. Y un día demostró cómo lo mimaba regalándole una hermosa túnica de colores. Sus hermanos se enojaron mucho. En ese tiempo, un regalo de esta clase significaba que el padre le estaba dando una bendición muy especial a ese hijo.
Un día José les contó a sus hermanos acerca de un sueño que él había tenido. En el sueño él sería más importante que cada uno de los demás en su familia. Este cuento hizo que sus hermanos se enojaran mucho más. Y comenzaron a pensar maneras de cómo deshacerse de su hermano José.
Días más tarde Jacob le dijo a José: “Anda a ver cómo están tus hermanos. Mira si ellos están bien.
Regresas de nuevo y me lo dices”. José le dijo: “Sí, padre, yo iré.”
José obedeció a su padre. Después de tres días de viaje, él los encontró en un lugar llamado Dotan. Ellos estaban cuidando el rebaño de su padre.
Los hermanos de José le vieron venir por el camino. Uno de ellos dijo: “¡Miren, ahí viene el soñador!”
El otro contestó: “A este lo vamos a matar, así no nos molestará más.”
Finalmente, los hermanos se pusieron de acuerdo en echarlo a una cisterna, o sea en un pozo grande. Este era un lugar donde se guardaba el agua. Algunas veces tenía agua adentro, pero ese día la cisterna estaba seca.
Más tarde, pasaron unos mercaderes que iban camino de Egipto, y los hermanos sacaron a José de la cisterna. Y vendieron a su hermano como esclavo a estos mercaderes por 20 monedas de plata. Los mercaderes se llevaron a José a Egipto, y allí fue vendido a Potifar, un hombre que trabajaba para el Faraón. El Faraón era el Rey de Egipto.

 

Comentar que cuando nosotros herimos o dañamos a otras personas, Dios nos continúa amando, pero no le gusta nuestra acción. Él nos ayudará a ser mejores. Nosotros debemos tratar de no herirnos unos a los otros, ni enojarnos tanto con nuestros hermanos, aunque nos moleste algo que nos hacen.

Y si miramos las cosas con los ojos de Dios, vemos que todos y todas son nuestros hermanos y hermanas.

¿Cuáles son algunas de las maneras en que nosotros podemos herirnos o dañarnos unos a los otros?

Leer en el Nuevo Testamento Mateo 7.12.

¿Qué cosas podemos realizar en casa, en la escuela, en el barrio para hacer lo que dice este versículo?

Libro de Actividades
  Imprimir 3: Crucigrama (Libro de Actividades)

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./ niñas/os lectores menores

Conversar acerca de la relación de los chicos con sus hermanos.

¿Les parece que los padres y las madres tienen algún hijo preferido? ¿Por qué será? ¿Cómo se sienten? ¿Se pelearon con sus hermanos por celos? ¿Qué hicieron?

Leer el capítulo 37 del libro de Génesis.

Proponer a los chicos que se imaginen que son José: ¿Cómo tratarías a tus hermanos? ¿Cómo se sentirían los hermanos de José?

Destacar que José iba a contarle a su papá lo que decía la gente sobre sus hermanos, más encima la envidia de éstos por los regalos del papá, y después los sueños de José.

¿Por qué los hermanos de José sentían tanto odio y celos por él? ¿Por qué José era el favorito de su papá? ¿Cuántos sueños tuvo José en este pasaje? ¿Cuál fue el significado de los sueños? ¿Por qué fue José a buscar sus hermanos? ¿En dónde los encontró? ¿Qué hicieron los hermanos con José? ¿Qué querían hacerle los hermanos a José? ¿Por qué? ¿Qué propuso Rubén? ¿Qué propuso Judá?

Leer en el Nuevo Testamento Mateo 7.12.

¿Podría ser este versículo bíblico unas buenas palabras para José? ¿Podrían haber sido buenas palabras para sus hermanos? ¿Qué podemos hacer para llevarnos bien con otros miembros de la familia? ¿Qué hizo José que molestaba a sus hermanos?

Comentar que cuando nosotros herimos o dañamos a otras personas, Dios nos continúa amando, pero no le gusta nuestra acción. Él nos ayudará a ser mejores. Nosotros debemos tratar de no herirnos unos a los otros ni enojarnos tanto con nuestros hermanos, aunque nos moleste algo que nos hacen.

Y si miramos las cosas con los ojos de Dios, vemos que todos y todas son nuestros hermanos y hermanas.

¿Cuáles son algunas de las maneras en que nosotros podemos herirnos o dañarnos unos a los otros? ¿Qué cosas podemos realizar en casa, en la escuela, en el barrio para hacer lo que dice este versículo?

ORAR.- a pidiendo a Dios que ayude a todos a tratar a las otras personas como ellos quieren que los traten.

Libro de Actividades
  Imprimir 5: Crucigrama (Libro de Actividades)

  Imprimir 6: Sopa de letras (Libro de Actividades)

 

./ adolescentes

Leer el capítulo 37 del libro de Génesis.

Conversar sobre lo que era José. (Seguramente lo van a tildar de creído, de buchón, y en parte era así la cosa…)
Una de las cuestiones a rescatar de esta historia es que Dios no busca “santos” (como lo entienden los adolescentes), sino que a través de su mano poderosa en nuestras vidas nos hace santos, con la santidad del amor y el cuidado de Dios.

Esta es una buena historia de José, de su padre y de sus hermanos que vivieron mucho tiempo con broncas, envidias y odios, para mostrarles a los adolescentes cómo Dios cambia el mal en bien, cómo Dios está empeñado en abrir caminos entre las malezas, cómo “Dios escribe bien con renglones torcidos”…

Jacob, el papá, quería a José con muchos privilegios, tal vez porque lo había tenido en su vejez. Por eso mandó que le confeccionaran una túnica especial de mangas largas, que fue la envidia de sus hermanos.
Además José tuvo dos sueños (los leemos desde La Biblia), y se los contó a sus hermanos. Sus hermanos le agarraron más bronca todavía porque parecía que en el sueño José iba a ser quien los iba a dominar. Y ahí, juntando broncas, quisieron sacárselo de encima… ¡de la peor manera!

¿Les parece bueno que José fuera vendido como esclavo a los mercaderes? ¿Dios mandó a los hermanos de José a que lo vendieran? ¿Por qué lo permitió? ¿Dios es quien nos hace obrar mal o nosotros elegimos qué cosas hacer?

Y si miramos las cosas con los ojos de Dios, vemos que todos y todas son nuestros hermanos y hermanas.
Leer Salmo 37.23-24
Leer Deuteronomio 30.11-15, 19.

 

Sobre el bullying, los niños y los adolescentes.
Seguramente todos han vivido en el espacio escolar, barrial y hasta familiar, como le ocurrió a José, alguna situación de hostigamiento, ya sea por ser protagonistas o testigos. A ésto muchos le llaman “bullying” o acoso (escolar cuando ocurre entre estudiantes pares).
Se toma una característica o condición de una persona y se hacen burlas o chistes agresivos sobre ella. A veces puede llegar a la violencia física porque el agredido se defiende o se retrae y los otros creen que resulta divertido o justo hacerlo.

¿Cómo reaccionar ante estas situaciones?
Lo primero que hay que hacer es buscar ayuda con alguien mayor en quien tengamos mucha confianza y que no se apure a juzgar y condenar. Siempre podemos encontrar un maestro, un preceptor, un pastor, un familiar.
Dar aviso de lo que sucede y esperar porque seguramente encontrará la manera de escuchar con atención y buscar las estrategias más apropiadas para intervenir. De ninguna manera hay que alentar a los testimoniantes a convertirse en “justicieros” devolviendo mal por mal o intentando mediar. Es importante retirarse del conflicto y pedir ayuda.

 

Listado

Hacer una lista en un afiche con las cosas que eligieron “para la vida” –a partir del texto del Deuteronomio- y contar en dos palabras si sintieron que Dios los acompañó. Por ejemplo, nombrar amigos para la vida, si deciden estudiar o trabajar “para la vida”, vivir en la casa o irse de la casa “para la vida”, etc.

ORAR.-

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