Neuquén: un viento refrescante, esperanzador y animador espiritual
El Obispo Américo Jara Reyes, en su acompañamiento a las comunidades de fe, estuvo en Neuquén los días viernes 22, sábado 23 y domingo 24 de septiembre.
«Llegó a Neuquén el Viernes a la tarde y se fue el Lunes temprano. Visitó al Obispo de la ICR. Dirigió un Culto de Oración con Hnos de la Iglesia… cantó con el Grupo, oró, habló, motivó, ungió y bendijo. Visitó a los hermanos en su domicilio y almorzó con otros. Tuvo a su cargo el Taller de Animación. Disfrutó paseando por hermosos sitios naturales. Recorrió el Centro de la Confederación Mapuche, compartiendo con el Longko. Tocó la guitarra, predicó, compartió la Comunión y su Bendición en el Culto. Todo lo hizo con alegría contagiosa. Fue como si un viento refrescante, esperanzador y animador espiritual, soplara en cada uno… y… prometió que pronto volvería. Se llama Américo Jara Reyes y es el Obispo de la IEMA!!»
Derlis Klosterman
«INTENSA, MOVILIZADORA Y DESAFIANTE… Tres adjetivos que me ayudan a calificar la visita de nuestro obispo a la comunidad de Neuquén.
Este último fin de semana Américo nos visitó y tuvimos un encuentro de oración, un breve taller de espiritualidad, nuestro culto dominical con santa cena y predicación del obispo, visitas a hermanos y hermanas, al obispo de la iglesia católica y allongko de la Confederación Mapuche de Neuquén.
Ahora, mientras todos seguimos procesando la experiencia de los momentos compartidos, agradeciendo sus aportes en ideas y con la música, nos sentimos desafiadas y desafiados a poder interpretar con claridad las intenciones de Dios para con nosotros, pidiendo lucidez para poder leer sus señales y poder así encontrar nuestro lugar para ser parte de la proclama, en nuestro tiempo, del mensaje de amor y esperanza que Cristo trajo a nuestro mundo.»
Edith Bur
Con una agenda muy nutrida de diferentes ha sido de enorme bendición la presencia del obispo Jara Reyes en Neuquén. Oramos por su ministerio.
Visita al matrimonio Coconi con la Santa Cena, ya que con más de 90 años se les dificulta ir al templo.