Domingo de Resurrección del Señor

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Salmo 118:1-2, 14-24; Hechos 10:34-43; Colosenses 3:1-4; Juan 20:1-18
Evangelio de Juan 20.1-18: Esa madrugada María Magdalena encuentra quitada la piedra del sepulcro de Jesús y correa a avisarle a Pedro y a Juan, que ven las vendas enrolladas y vacías. Pero ella se queda afuera llorando… y de pronto ve a Jesús, primero sin reconocerlo. ¡María! ¡Maestro! Y se va a contar a los discípulos que había visto al Señor.
Hechos de los Apóstoles 10.34-43: ¡Dios no hace diferencia entre una persona y otra! Y llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, que anduvo haciendo bien a todos hasta que lo mataron, pero Dios lo resucitó y nosotros somos testigos: comimos y bebimos con él después que resucitó. Y nos mandó a predicar el evangelio de su justicia y del perdón de los pecados.
Carta a los Colosenses 3.1-4: Ustedes que han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba. Cristo mismo es la vida de ustedes. ¡Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán llenos de gloria!
Salmo 118.1, 15-16, 21-24: ¡Den gracias al Señor porque es bueno y su amor es eterno! ¡Abran las puertas del templo, que la piedra que los constructores despreciaron es ahora la piedra principal!
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