Sexto domingo después de Epifanía

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Salmo 119:1-8; Deuteronomio 30:15-20; 1ª Corintios 3:1-9; Mateo 5:21-37
Evangelio de Mateo 5.20-37: Ustedes deben superar a los demás, haciendo lo justo delante de Dios. Más que no matar a tu hermano, debes ponerte en paz con él; más que no cometer adulterio, no peques con tu mirada impura; más que no abandonar a tu mujer o a tu marido, no los pongas en peligro de adulterio; más que cumplir tus juramentos, mejor nunca jures.
Libro del Deuteronomio 30.15-20: Hoy les doy a elegir entre la vida y el bien o entre la muerte y el mal. Si aman al Señor su Dios y siguen sus caminos, o si se dejan arrastrar por otros dioses… Amen al Señor su Dios, porque de ello depende su vida y su bien.
1a Carta a los Corintios 3.1-9: Hermanos, sólo pude hablarles como a niños recién nacidos en la fe, llenos de envidias y discordias. Nosotros hemos sido solamente servidores, somos compañeros de trabajo, al servicio de Dios, y ustedes todos sólo pertenecen a Dios.
Salmo 119.1-8: Felices quienes siguen la enseñanza del Señor, los que lo buscan con todo el corazón. ¡Ojalá yo siempre me mantenga firme en tus mandatos, que siempre te alabe con corazón sincero!
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