Cuarto domingo de Pascua

Hechos 4:5-12; Salmo 23; 1º Juan 3:16-24; Juan 10:11-18
Evangelio de Juan 10.11-18: Yo soy el buen pastor, el que da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, cuando viene el lobo, deja las ovejas y huye. Yo doy mi vida por las ovejas, y también debo traer a otras ovejas que no son de este redil. Y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Hechos de los Apóstoles 4.5-12: Pedro y Juan comparecen ante las autoridades judías y Pedro les contesta: Este hombre ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el que ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó, y solo en este Jesús hay salvación.
1ª Carta de Juan 3.16-18: Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros, así también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
Salmo 23: El Señor es mi pastor, nada me falta, me hace descansar, me da tranquilidad, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos buenos. Tú, Señor estás conmigo, me inspiras confianza.
[bsa_pro_ad_space id=2]