Día de oración de Educación Cristiana – Octubre
El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mateo 16:15-17
Por eso, en vos creemos
En estos tiempos que estamos transitando y somos partícipes de él, tenemos delante el desafío de trabajar para este reino de Dios que se construye de los sencillos actos de misericordia.
Como nos alegramos por hechos que vivimos, también nos dolemos ante pruebas propias y de quienes tenemos cerca o alrededor. Y son en estas situaciones donde nuestra fe se afirma, arremete y da testimonio de que, con la fuerza de Dios, el amor de Jesús y la guía del Espíritu, todo puede superarse. Incluso en el dolor más profundo y salvaje, sabemos que estamos sujetas, sujetos de sus extensos brazos.
Por eso, oremos, creyendo que Dios tiene las respuestas y nos las dará, en su tiempo, a conocer, afirmamos, así nuestra fe:
¿Quién crees que soy?
Creo que sos nuestro maestro y que tu enseñanza
va más allá de aprender a leer, escribir o sumar.
Tú eres quien nos mueve a ser mejores personas,
a amar desde nuestras entrañas y a brindar
todo a quienes se les excluyen, discriminan o abusan.
Creo que sos el primero en defender nuestros derechos.
Quien nos ampara en el despojo, nos abraza en la soledad,
Reparte el pan para calmar nuestro dolor de hambre,
levanta la voz de justicia ante tantas iniquidades
y nos guías por caminos certeros para lograr las metas soñadas.
“¿Quién dices que soy?”
El que afirma y confirma que el amor es benigno,
que todo lo cree, todo lo sufre, todo lo espera,
todo lo soporta y que nunca deja de ser…
y que si no hago las cosas buenas que digo, en realidad
no tengo amor y nada soy.
Y creo que sos nuestro amado amigo y compañero,
en los tiempos de felicidad y en los tiempos de angustia.
Que no hay ni habrá nadie como vos.
¡¿Qué sería de nuestras vidas en estas realidades sociales,
políticas, económicas, familiares, sanitarias, si no te
tuviéramos cerca, como guía y apoyo?!
Así es! Creo que, gracias a tu cercanía, nuestra esperanza
brota en cada acción de amor y compromiso que logramos
compartir en nuestro caminar diario.
CREO QUE ERES JESUCRISTO, EL NUESTRO, EL COMPARTIDO!!