¿Cuándo comienza el Metodismo?

24 May 2024
en Artículos CMEW
¿Cuándo comienza el Metodismo?

Parecería esta, una pregunta sin sentido. ¿Acaso no es el 24 de mayo?

Bueno, justamente eso es algo que se está reconsiderando desde fines de la década de 1980.

La celebración del 250 aniversario de la experiencia de Aldersgate, en 1988, fue la oportunidad para indagar críticamente sobre la versión oficial.

Las décadas de los 70´ y 80´ marcaron el comienzo de un énfasis nuevo hacia los estudios wesleyanos, estos se intensificaron y adquirieron una mayor rigurosidad y nivel académico. Los historiadores metodistas contemporáneos comenzaron a indagar histórica y teológicamente sobre la pertinencia de la así llamada “experiencia de Aldersgate” como “el comienzo del metodismo”.

Theodore Jennings, por ejemplo, en dos de sus artículos: “El mito de Aldersgate: Subversión de la teología wesleyana;” de 1987, y “Juan Wesley contra  Aldersgate”, de 1988, observa que que “Aldersgate” fue en gran medida un no-acontecimiento, y además sostuvo que al celebrar este aniversario, el metodismo estaba celebrando “su propia distorsión deliberada de su propia historia” y “su propia apostasía de la teología wesleyana”.

Del mismo modo en 1990, Randy Maddox, editor de Aldersgate Reconsidered, en su artículo: “Aldersgate: historia de una tradición”, critica la constante celebración de Aldersgate y a cambio sugiere conmemorar el día del metodismo con, la formación de la primera sociedad metodista (1739) o incluso con la muerte de Wesley (1791) como algo adecuado y teológicamente más apropiado.

Pero, ¿por qué no dejamos que opine el mismo Wesley?  En su “Breve historia del pueblo llamado metodista” de 1781, habla de tres comienzos del metodismo:


El lunes 1 de mayo (1738) comenzó nuestra pequeña sociedad en Londres. Pero debe observarse que el primer surgimiento del así llamado metodismo se produjo en noviembre de 1729, cuando cuatro de nosotros nos reunimos en Oxford; el segundo fue en Savannah, en abril de 1736, cuando veinte o treinta personas se reunieron en mi casa; el último fue en Londres, en este día, cuando cuarenta o cincuenta de nosotros acordamos reunirnos todos los miércoles por la tarde para poder conversar en libertad, comenzando y terminando con cantos y oración. En todos nuestros pasos fuimos grandemente ayudados por los consejos y exhortaciones de Peter Bohler, un joven excelente, perteneciente a la sociedad comúnmente llamada morava. (Tomo V, 276 # 9)


Aquí Wesley identifica múltiples eventos fundacionales, cada uno de los cuales tiene que ver con la fundación de diferentes tipos de comunidad. La primera es una comunidad de académicos y pastores en Oxford. La segunda es una sociedad compuesta principalmente por laicos en Savannah. La tercera es una sociedad constituida por personas que eran miembros de varias parroquias e incluso denominaciones; una comunidad ecuménica. Cada uno de estos “comienzos” sirve para enfatizar un aspecto del movimiento metodista como un movimiento de personas en comunidad que buscan permitirse mutuamente crecer en santidad.  Está claro, entonces, que para Wesley, el metodismo se lanza verdaderamente cuando el compromiso con la santidad de vida toma la forma de una comunidad de personas comprometidas a ayudarse unas a otras con este fin. El evento aislado e individual de “Aldersgate” no figura en la mente de Wesley reuniendo esas características.

En la misma línea, el primer biógrafo de Juan Wesley, John Hampson, publica en 1791, año de la muerte de Wesley, tres volúmenes titulados “Memorias del Rev. John Wesley: con un repaso de su vida y escritos, y una historia del metodismo, desde sus comienzos en 1729, hasta hoy”.  Hampson, al igual que Wesley, ubicará el primer lanzamiento del metodismo, en el año en que se fundó “el Club Santo” en Oxford (1729).

En el artículo de Randy Maddox mencionado más arriba, el autor desarrolla un muy detallado análisis histórico y teológico para comprender por qué se fijó con tanta fuerza el 24 de mayo, “evento de Aldersgate” como día del metodismo, siendo que, ni en el propio Wesley, ni en sus biógrafos primitivos era considerado como tal.

El análisis de Maddox revela los múltiples enfoques teológicos que fueron construyendo y modelando, a lo largo del siglo 19 y mediados del 20, la idea de que la “experiencia de Aldersgate” fue el momento de la “conversión evangélica” de Wesley.  Hay que recordar que el mismo Wesley da muestras que su proceso de conversión comienza mucho antes,  allá por 1725 influenciado por los textos de Jeremy Taylor y su predica de una santidad vivificadora. No obstante, las interpretaciones revivalistas y neo-ortodoxas, que fueron mayoritarias en ese período, continuaron forzando y lograron fijar esa interpretación.

Sobre el tema de Aldersgate como la supuesta “conversión evangélica” de Wesley volveremos en un próximo artículo.

Volviendo a las características que el mismo Wesley otorga a los múltiples lanzamientos del metodismo, decíamos que todos tienen en común que estos “comienzos” tienen una característica que los une, el hecho de que sirven para enfatizar el movimiento metodista como un movimiento de personas en comunidad que buscan crecer en santidad.

Aprovechando que el mismo Wesley abrió la posibilidad de hablar de múltiples lanzamientos del metodismo, nos permitimos sugerir otro, el cual, si bien Wesley no lo menciona como tal, la frecuencia con la que menciona el evento y sus características, demuestra que provocó un cambio radical en su ministerio, la fecha sería el 2 de Abril de 1739.

Pocos días antes, el 29 de Marzo Wesley se encontró con su amigo Whitefield quien se estaba preparando para mudarse a las colonias americanas y seguir allá su ministerio. Whitefield le pide a Wesley que lo reemplace en su tarea de predicación al aire libre. Le dice:


“Si usted estuviera aquí antes de mi partida, sería lo mejor. Muchos están maduros para las bandas. Yo dejo eso enteramente en sus manos. Yo soy sólo un novicio; usted está familiarizado con las grandes cosas de Dios. Venga, le ruego; venga pronto. Yo he prometido no dejar esa gente hasta que usted o alguien venga para suplir mi lugar.”


Wesley confiesa que “me fue difícil de aceptar esta extraña manera de predicar en los campos. Habiendo sido toda mi vida tan tenaz de cada punto relacionado con la decencia y el orden que hubiera pensado que el salvar almas era casi un pecado si no se hacía en la iglesia.”

¿Por qué le era tan difícil aceptar esa invitación?  Wesley se estaba refiriendo a las estrictas reglas que el Parlamento y la iglesia Anglicana habían promulgado unos 70 años antes, en relación a la prohibición de realizar predicaciones al aire libre. Tal era la modalidad que habían adoptado los puritanos, quienes habían sido expulsados de la Iglesia Anglicana. Por eso todo sacerdote anglicano debía celebrar los cultos con liturgia anglicana y dentro de los límites de su parroquia. Por eso para Wesley era todo un desafío y un gran dilema: ¿Obedecer a la iglesia, (“relacionada con la decencia y el orden”) o alcanzar con el evangelio a un sector de la población marginada y desamparada?

El lunes 2 de Abril finalmente se decidió y escribe: “a las cuatro de la tarde decidí ser más vil y proclamé en los caminos las buenas nuevas de salvación a cerca de 3,000 personas, hablando desde una pequeña ladrillera en un terreno fuera de la ciudad.”  ¡Juan Wesley “decidió ser más vil !”, (una valiente referencia al texto de 2 Samuel 6, 22, cuando el rey David abandona la parafernalia de Rey y, despojándose de sus atuendos reales danza desnudo junto a sus siervos para ser uno más entre ellos.)

Wesley también, en ese momento decide la dirección de su ministerio: o la pulcritud de las formas y la legalidad, o romper las reglas para liberar la palabra de Dios.

Más tarde contará satisfecho:


“La Escritura de la cual hablé fue: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos; y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.”


La “experiencia de Aldersgate”, es relatada una sola vez en sus diarios, mientras que este evento, que marcó un cambio en su vida, lo relata más de cuatro veces, lo cual revela la importancia que tuvo para Wesley.

Esta ha sido sin duda la experiencia que más ha marcado a Wesley y a todo el metodismo. En su Diario, Wesley se refiere a este episodio en Bristol como un “nuevo período en mi vida”. A partir de ese momento Wesley comprendió la dirección que tomaría su ministerio, hacerse uno con las multitudes desarraigadas como consecuencia directa de la nueva etapa histórica que comenzaba con la revolución industrial. Nuevamente conformación de comunidad para compartir santidad. Pronto después de aquel suceso se funda la primera sociedad metodista.


Daniel Bruno para CMEW


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