Casiodoro de Reina, y La Biblia del Oso

12 Oct 2023
en Artículos CMEW
Casiodoro de Reina, y La Biblia del Oso

Casiodoro de Reina era un monje de Sevilla y como tantos de su generación sintió la contradicción entre la fe que daba sustento a su vida y las enseñanzas de la Iglesia. Se convenció que lo que le faltaba a la Iglesia era conocer mejor la Biblia y que cuanto más se leyera y estudiara mejor le iría a los pueblos y al mundo.

Fue cuando tuvo un sueño muy osado: traducir y publicar toda la Biblia en lengua castellana. Hasta ese entonces nadie lo había hecho y se contaba solo con versiones fragmentarias, algunos libros sueltos y una traducción del Antiguo Testamento hecha por los judíos de España.

Pero además, ninguno de estos escritos era accesible a la gente. Casiodoro contaba con herramientas poderosas pues su erudición incluía el conocimiento de las lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego) y del latín, una lengua muy útil en aquellos tiempos. Contaba –aún más relevante y esencial- con la firme convicción de que esa empresa era necesaria para que el Evangelio pudiera difundirse y salir del encierro en que se lo tenía encadenado.

Al ser un monje convertido al Protestantismo fue condenado por hereje y huyó antes que la Inquisición lo quemara en una hoguera. Junto a él la comunidad de frailes del convento de San Isidro del Campo dejó en la noche la ciudad y partieron hacia Ginebra. De todas maneras el 26 de abril de 1562 ardió en Sevilla un muñeco que lo representaba (eso se denominaba “quemar en efigie”), pero otros que no huyeron no tuvieron la misma suerte y los asesinaron en persona. Casiodoro pudo llegar luego a Frankfurt pero su vida continuó en peligro. El rey español Felipe II puso precio a su cabeza e infiltró con espías los ambientes que él frecuentaba obligándolo a partir una vez más. Estuvo en Londres, en Estrasburgo, en Amberes y otras ciudades. En sus viajes cargaba con la traducción de la Biblia que crecía a ritmo acelerado.

Mientras traducía también se dedicaba a otras tareas. Publicó comentarios bíblicos, escribió un catecismo, tradujo diversas obras al castellano. En 1567 escribió y publicó en Heidelberg el primer libro contra la Inquisición y lo firmó con el pseudónimo de Reginaldus Gonsalvius Montanus. Pero Casiodoro tenía como meta publicar la Biblia y para ese fin no cesaba de trabajar. En 1567 la traducción estaba lista y contrató a uno de los mejores editores de su época, pero este falleció sin haber siquiera comenzado la obra. Esto retrasó la edición y tuvo que buscar otro editor y más dinero.

Hasta que el 24 de junio de 1569, de una imprenta de Basilea salió a la luz la Biblia del Oso, llamada así por el grabado de un oso en la portada. Se imprimieron 2.600 ejemplares. De esa primera edición sobrevivieron unos pocos libros; primero la Inquisición –que la condenó a la hoguera y destruyó cientos- y luego el natural paso del tiempo, fueron diezmando los ejemplares.

Ya publicada su traducción de la Biblia vivió en la ciudad de Amberes, en la actual Bélgica, hasta que los españoles la conquistan y se ve otra vez obligado a huir. Retorna a Frankfurt donde se gana la vida vendiendo telas y tapices. Durante su estadía en Londres había sido ordenado pastor en la Iglesia Anglicana y en esta ciudad halló una congregación de habla castellana que lo recibió como tal.

Casiodoro había nacido en Sevilla en 1520 y falleció en Frankfurt en 1594. Nos legó una traducción de la Biblia que perdura –con adaptaciones- en nuestras iglesias hasta hoy. Es la que luego Cipriano de Valera revisara en pequeños detalles. Es nuestra Reina-Valera.


Pablo Andiñach para CMEW


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