Carta Pastoral de Adviento
“Cercano está el Señor para salvar a los que tienen roto el corazón y el espíritu” Salmos 34:18
En este tiempo de Adviento se acerca el misterio de la gracia del nacimiento de Jesús, el hijo del Dios viviente, y somos convocados a recordar el pasado, vivir el presente y preparar el futuro.
Es hacer presente el Dios que se hace carne en medio de nuestra historia y que nos habita, haciendo memoria de sus maravillas en favor de todos los hombres y mujeres. El Adviento nos llama a resistir la realidad pura y dura del mercado y descubrir que existen fisuras, puertas que se abren permitiendo ver otro mundo posible.
Somos interpelados a vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor en la justicia y en el amor. Es proyección de vida nueva, de conversión permanente, del cielo nuevo y tierra nueva.
El Adviento nos invita a ser comunidades de esperanza y ternura, para los que andan con el corazón y el espíritu roto. Como iglesia en misión nos tenemos que aventurar en los mejores proyectos que liberen la dignidad, el amor y la justicia, frente a todo proyecto que deshumaniza y destruye…
Un día, la paz y la justicia reinarán
En nuestros mundos soñados
Como eternos enamorados
Un día, la paz y la justicia sepultarán
Todos los arsenales
Un día, la paz y la justicia arrancarán
De nuestros labios la palabra guerra.
Un día, la paz y la justicia nos traerán
El azul de este cielo llamado Tierra
Un día la paz y la justicia acabarán
Para siempre con el hambre
Un día la paz y la justicia serán,
Para siempre, de todas las naciones, el nuevo nombre
¡Porque un niño nos guiará!
Inés de França Bento-Carlos Alberto
El Adviento nos desafía a ser Iglesia en misión dispuesta a abrazar y acariciar con gestos y palabras a nuestro pueblo; a arropar a la desnuda/o, a la postergada/o, a la invisibilizada/o, manteniéndonos con el corazón tibio y el oído atento, en la certeza de que, “El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sí, la luz resplandeció para los que vivían en un país de sombras de muerte.”
Que este tiempo nos prepare para días luminosos, sabiendo que la esperanza inicia en el silencio de la oscuridad…
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo