Carta del Obispo a las iglesias hermanas en Europa

30 Mar 2020
en Episcopado
Carta del Obispo a las iglesias hermanas en Europa

Rosario, 30 de Marzo del 2020

 

Rev. MirellaManocchio
Presidenta de OPCEMI

Rev. BarbaraGlasson
President of the Methodist Conference

Rev. Alfredo Abad
Presidente de la Iglesia Evangélica Española

 

“Dios mismo estará con ellos como su Dios… Secará todas las lágrimas de ellos”
Apocalipsis 21:3-4

 

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con vosotros.

Muy apreciados pastores. Deseo saludaros y en vuestro nombre a toda la iglesia en este tiempo, en el que somos golpeados por la pandemia Covid-19 e impactados de maneras sin precedentes por la misma. La pandemia ha puesto en jaque a todas las naciones del mundo. La economía y la bolsa, el petróleo, la salud y las fábricas, todo se ha visto paralizado. Se han vaciado las calles y se han dispuesto medidas preventivas de cuarentena y aislamiento.

La incertidumbre, el temor y nuevas preguntas, nos llevan a repensar sobre nuestro modo de vivir en la casa común.

Como iglesias que somos, no podemos escapar de la responsabilidad social y espiritual que tenemos en medio de nuestros pueblos y en especial con quienes sufren una mayor vulnerabilidad y fragilidad, en este tiempo, que amenaza ser devastador para todas las familias de la tierra.

Deseo que nos sepáis cercanos ante esta fragilidad y vulnerabilidad humana que compartimos. Y sabed que os acompañamos con nuestra oración:

Jesucristo, Señor de la vida y de la historia, acudimos a ti desde la enfermedad y el sufrimiento de nuestros pueblos. En tu palabra de vida encontramos esperanza para este mundo desesperanzado, y encontramos también caminos de justicia, equidad y dignidad.

Jesucristo, Señor de la vida y de la historia, danos del agua de vida, que cura y sana tanta enfermedad, injusticia y exclusión.

Jesucristo, Señor de la vida y la historia, ayúdanos a fortalecer nuestro compromiso con los más desprotegidos, a defender y cuidar la vida, diciendo no a los sistemas de muerte, afirmándonos como comunidades de esperanza, consuelo, y aliento.

Jesucristo, Señor de la vida y de la historia, clamamos por la sanación y restauración de la casa común, en la seguridad de que otro cielo y otra tierra son posibles.

Jesucristo, Señor de la vida y de la historia, desde tu gracia amorosa afirmamos que tu proyecto para la humanidad, es un proyecto de vida.

Jesucristo, Señor de la vida y de la historia, afirmamos que tu voluntad no es ni el dolor, ni la enfermedad, ni la muerte. Ninguno de los males que padece nuestro mundo son tu voluntad, sino que son parte del pecado humano.

Jesucristo, Señor de la vida y de la historia, te pedimos la fuerza, el coraje y la voluntad para ser hacedores del bien en el día malo. Conduce y fortalece a tu iglesia y a todas sus comunidades para ser señales y signos, aunque pequeñas, de esperanza y vida buena. Amén.

 

Amadas pastoras y amado pastor, apacentad la grey de Dios, que se encuentra entre vosotros, cuidando de ella; reafirmando la fe y compromiso con el Dios de la vida, el Dios de la historia.

Abrazo fraterno en el amor de Jesús.

Pastor Américo Jara Reyes
Obispo

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