Tercer domingo de Pascua

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Salmo 30; Hechos 9:1-6, (7-20); Apocalipsis 5:11-14; Juan 21:1-19
Evangelio de Juan 21.1-19 (ó 21.1-14): En la segunda conclusión del evangelio, Jesús se aparece a siete discípulos, ahora a orillas del lago de siempre. Ellos van a pescar y Jesús les indica dónde deben pescar… Desayunan con Jesús, que pregunta tres veces a Pedro: ¿Me amas? ¡Cuida mis ovejas!
Hechos de los Apóstoles 9.1-6 (7-20): Saulo, nombre judío del Pablo ciudadano romano, persigue a los seguidores del Nuevo Camino, cuando una luz del cielo lo derriba. ¿Quién eres, Señor? (Al abrir los ojos no puede ver hasta que el Señor llama a Ananías, un creyente que ora por él. Y Saulo comienza a predicar a Jesús como el Hijo de Dios).
Libro del Apocalipsis 5.1-14: ¡Juan busca un león, pero se encuentra con un cordero, y además inmolado o sacrificado. La nueva liberación, la del nuevo éxodo, queda representada en la liberación de gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación, por la entrega de este Cordero, y ellos reinarán para siempre.
Salmo 30.3-5, 11-12: Señor, tú me diste vida, me salvaste de morir. Tu enojo dura un momento, pero su buena voluntad dura toda la vida. Has cambiado en danzas mis lamentos, por eso siempre te alabaré.
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