Recursos para la acción pastoral

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Encaminemos a nuestros novios y noviecitas, animemos a nuestros jóvenes a vivir con intensidad su fe como novios, acompañemos a los jóvenes de nuestras iglesias a consagrar al Señor sus vidas como novios, con entrega comunitaria, en servicio, no novios para ellos solos, ni para ellas solas. Eduquemos en la sexualidad solidaria y responsable. Del Señor somos, también cuando nos enamoramos y cuando empezamos la vida en pareja.
La pastoral del matrimonio comienza antes, ya en el encuentro todavía incipiente del amor, luego podrá expresarse en las charlas de preparación para el matrimonio, y deberíamos dar oportunidades para los encuentros de parejas: para el “reencuentro” en la fe, y el compartir con otras parejas desde la perspectiva de la fe.
El Reino de Dios es justicia, alegría y paz en el Espíritu Santo (Rm 14.17). ¡La alegría es parte esencial y constitutiva del evangelio! Demos espacio por lo tanto para las expresiones de alegría, en el culto y en toda la vida comunitaria. Las fiestas son liturgias de la alegría de la comunidad creyente.