El “Buen vivir” como transversal a los Temas de la Gran Parroquia

Desde la Comisión de Temas de la Gran Parroquia el pasado año elaboramos una encuesta, la cual ha sido contestada por muchos y muchas de ustedes. Lo producido nos ha servido para obtener un panorama representativo de las realidades que están atravesando las diferentes comunidades a lo largo y a lo ancho del país.

La pandemia ha sido un factor claramente determinante de decisiones y acciones de trabajo. Muchos de los Temas o las Preguntas de la Gran Parroquia se han hecho más presentes que nunca. Tantas problemáticas relacionadas a la (in)justicia de género, migratoria, social y económica, comunicacional, climática por la Casa Común…

Los valiosos aportes obtenidos con la encuesta nos han permitido observar la importancia de encarar y desarrollar el concepto del “Buen Vivir” basado en la cosmovisión de saberes ancestrales. El concepto del “buen vivir” (Sumak kausai en lengua Quechua; en lengua Aymara y Mapuche se denomina de otra manera pero apunta a las buenas relaciones humanas mutuas de cuidado en comunidad y con la naturaleza) y la cuestión del cuidado de la “madre tierra”, nuestra casa común, que conformaban elementos centrales y dinámicos de las culturas de los pueblos originarios en América (en especial de los Andinos) es recuperado hoy como un eje clave en diversas teologías latinoamericanas. El Buen Vivir, que en diálogo con nuestra identidad evangélica, puede ser visto como ese proceso de la vida en plenitud que Jesús proclamó. La vida en equilibrio natural y espiritual expresado en la paz-armonía dinámica de una comunidad. Una comprensión de la vida basada en la esperanza y en la búsqueda de justicia del reino de Dios. Jesús ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Juan 10:10).

En este sentido, proponemos introducir este concepto y seguir trabajando cada Tema de la Gran Parroquia en relación a ello, desde nuestra identidad cristiana y metodista. En el transcurso de este año 2021 ofreceremos recursos y herramientas para trabajarlos con las comunidades.

Esta Comisión asimismo articula con otras áreas de la IEMA buscando siempre la sistematicidad en la tarea y que ella sea de verdadera bendición y provecho. Tal es el caso de la Comisión de Sexualidad y Género, la Comisión de Prevención de las violencias, la Diplomatura en teologías y feminismos desde América Latina, el Instituto Wesley de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL), además de las Secretarías y Comités que forman parte de la Comisión: Educación Cristiana, Pastoral de la Mujer-FEMMA, Centro Metodista de Estudios Wesleyanos, Comunicaciones, Servicio Social, Equipo de Jóvenes, Equipo de Animación del Liderazgo y Equipo Nacional de Evangelización.

La tarea es mucha y en ese camino estamos.

Deseamos que Dios sea quien inspire cada tarea y que podamos ser voz profética, llevando una palabra de esperanza en tiempos difíciles.