23 – El gran mandamiento
Guías Metodológicas
Libro de actividades 23
Mateo 22:34-40
Los líderes religiosos querían poner a Jesús a prueba. Pensaron en varias preguntas tramposas que le querían hacer a Jesús. Ellos pensaron que Jesús no iba a poder darles las respuestas apropiadas. Pero Jesús siempre sabía exactamente qué decir.
Un día, cuando le preguntaron a Jesús, “¿Cuál es el mandamiento más importante de todos?” Jesús contestó: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. El segundo es éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
Estos dos mandamientos vienen de nuestra Biblia. El primero está en Deuteronomio 6:5 y el segundo está en Levítico 19:18.
Tal vez nos parezca extraña la idea de un “mandamiento”, una orden, un mandato… ¿de amar? ¿Es un Dios que quiere obligarnos a que lo amemos? No, simplemente es el reconocimiento de que entendemos y aceptamos la importancia del amor a Dios, partiendo de la experiencia de un Dios liberador, en el comienzo de un proceso de aprendizaje en la libertad.
Los mandamientos bíblicos (Éxodo 20) nos ponen frente a un Dios que ha venido a liberar a su pueblo, y que quiere garantizar que ese pueblo permanezca libre, reconociendo solamente a Dios como Dios, porque toda forma de idolatría es volver a la esclavitud.
Son mandamientos del enamoramiento de un Dios y su pueblo. Son mandatos del amor, del corazón, de la vida. Salir de la vida es pasarse a la muerte, salir de la libertad es pasarse a la esclavitud. En la pedagogía de Dios, en esa educación para la libertad, los mandamientos son señales en el camino de la vida y de la libertad.
¿Qué queremos lograr?
- Entender que el amar a Dios y a nuestro prójimo resume todos los demás mandamientos.
- Comprender lo que significa amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente.
- Identificar formas concretas de amar al prójimo.
Índice
./ niñas/os no lectores
Comentar: ¿Qué es una regla, una ley, una norma? Cuando jugamos a las escondidas, por ejemplo, decimos que el que cuenta debe taparse los ojos y no puede espiar. Esa es la regla. Cuando termina de contar abre los ojos y busca. Poner ejemplos de juegos habituales. En la vida hay muchas reglas. Por ejemplo: Cuando el semáforo está en rojo no se puede avanzar. Vamos a ver en esta historia de la Biblia cuáles son las leyes o reglas, también se las llama mandamientos, y veremos cuáles son los más importantes para Jesús.
Contar la historia bíblica de la siguiente manera:
Un hombre le preguntó a Jesús cuál era la regla más importante en la Biblia. Jesús le respondió que la regla más importante era amar a Dios con todo su corazón, toda su alma y toda su mente. La segunda es amar a otras personas como a sí mismo. (Alce un corazón). Estos dos mandamientos están en la Biblia. (Muestre una Biblia.)
Siendo que Jesús estaba en total comunión con Dios, Él sabía el significado de los mandamientos. Jesús sabía la razón por la cual Dios nos dio esas reglas que quería que siguiéramos – ¡porque nos ama!
Para poder amar a Dios con todo nuestro ser tenemos que aceptarlo como Señor de nuestra vida. Cuando lo invitamos a ser parte de nuestras vidas, Dios nos cambia y nos empieza a hacer la persona que Él desea que seamos.
El segundo mandamiento -amar a nuestro prójimo puede ser difícil. Sólo podemos amar a nuestro prójimo si tenemos la ayuda de Dios. Pero estos mandamientos van juntos. (Junte sus manos.) Entre más amamos a Dios, más vamos a amar a las personas que Dios creó. Jesús vino a mostrarnos con su vida y hasta con su muerte cuánto nos ama Dios.
(Alce el corazón). Así como reconocemos y valoramos el amor de papá y mamá –y de otras personas que queremos–, debemos reconocer y valorar el amor de Dios en nuestras vidas. Y cuando hacemos eso podremos compartir ese cuidado y amor de Dios con otras personas.
Pedir que hagan corazones de papel y escribir con ayuda cada uno su nombre. El maestro les escribe y lee el versículo para repetirlo varias veces.
Hacer un corazón grande en cartulina y escribir el versículo para repetirlo varias veces.
Hay muchos cantos que hablan acerca de amar a Dios y de amar a otros. Elegir dos cantos que puedan cantar.
ORAR.- dando gracias a Dios por amarnos y pedirle que podamos amar más a Dios y a las personas que nos rodean. Pedir a Dios que también nos ayude a amar a otros.
./ niñas/os lectores menores
Leer el versículo bíblico.
O contarlo de la siguiente manera:
Cierta vez Jesús encontró un doctor de la ley. Él decía que sabía lo que las personas debían hacer para seguir la voluntad de Dios., entonces le preguntó a Jesús cuál es el mandamiento más importante.
Jesús le respondió que el mandamiento más importante está dividido en dos partes: primero amar al Señor, su Dios, con todo el corazón, con toda la mente y con todas sus fuerzas, y la segunda parte es amar al prójimo como a uno mismo.
Decir que Dios no quiere la mitad de nuestras vidas sino que Dios quiere todo: pensamiento, fuerza y corazón.
Hablar acerca del significado de darle todo a Dios. Dios quiere ser Señor de toda nuestra vida no solo de una parte.
Mostrar el corazón entero y explicar lo que significa amar a Dios.
Decir entre todos el nombre de personas que amamos y contar qué nos gusta hacer con ellos.
Nombrar personas que nos resultan difíciles de amar y decir por qué.
ORAR.- dando gracias a Dios por amarnos, y pedir que podamos amar más a Dios. Pedir también a Dios que nos ayude amar a otros.
./ niñas/os lectores mayores
Leer los versículos correspondientes.
Tratar de explicarlos entre todos con la siguiente guía:
Siendo que Jesús estaba en total comunión con Dios, Él sabía el significado de los mandamientos. Jesús sabía la razón por la cual Dios nos dio esas reglas que quería que siguiéramos — ¡porque nos ama! Jesús entendía el significado del “mandamiento – amor”. Si se fijan, cada uno de estos Mandamiento del Amor se dirigen a amar a Dios y a amar a las demás personas. Si alguien realmente ama a Dios con todo su corazón, con toda su alma y toda su mente y aman a otros como a sí mismos, van a apreciar y obedecer todos los mandamientos.
Jesús dice que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón. Todos tenemos un corazón que palpita y bombea sangre al cuerpo. Pero el corazón del cual habla Jesús es distinto. El corazón de la persona es la voluntad y los sentimientos, es decir, es ese centro que nos hace tomar decisiones. Si amamos a Dios con nuestra voluntad, le vamos a pedir que nos muestre su voluntad y lo vamos a querer mucho, y vamos a hacer caso con alegría a su deseo de que amemos a todos con ese mismo cariño de Dios. El alma de una persona su vida, es el soplo, aliento o espíritu que lo define como un ser vivo es lo que somos, y es lo que marca nuestros gustos y disgustos. Si amamos a Dios con toda nuestra alma, nos van a gustar las cosas que le agradan a Dios y no nos van a gustar las cosas que no agradan a Dios. La mente de una persona tiene que ver son sus pensamientos: lo que piensa y la manera en que comprende las cosas.
Una persona que ama a Dios va a pensar en las cosas que agradan a Dios. Va a buscar el entendimiento que Dios da y la sabiduría que Dios da. Para poder amar a Dios con todo nuestro ser tenemos que aceptarlo, justamente como nuestro Dios. Cuando lo invitamos a ser parte de nuestras vidas, Dios nos cambia y nos empieza a hacer la persona que Él desea que seamos.
El segundo mandamiento- amar a nuestro prójimo puede ser difícil. Sólo podemos amar a nuestro prójimo si tenemos la ayuda de Dios. Pero estos mandamientos van juntos. Entre más amamos a Dios, más vamos a amar a las personas que Dios creó.
¿Cuál mandamiento dijo Jesús que era el mayor? ¿Qué significa amar a Dios con todo nuestro corazón? ¿Cómo podemos amar a Dios con nuestra mente? ¿Por que piensan que Jesús escogió estos dos mandamientos como los más importantes?
Leer en Juan 15: 1-2 y 10.
Jesús compara su unión con nosotros como una rama de la vid, que permanece unida al tronco, y entonces produce uvas. Así también nosotros estamos unidos a Dios, permanecemos en su amor, es decir producimos frutos de amor en nuestras vidas. Jesús dice varias veces que si le amamos obedeceremos sus mandamientos, con alegría ¡porque estamos viviendo en su amor!
Si decimos que amamos a Dios, ¿lo mostramos en la manera en que vivimos?
Comentar que la mejor manera de mostrar que amamos a Dios es darle nuestra vida. Esto significa que unimos nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Esto es algo bueno que podemos decirle a Dios. Hay ocasiones en que queremos hacer sólo nuestra propia voluntad. Pero eso que nosotros queremos no siempre es lo mejor para nosotros. Dios lo sabe. Dios realmente desea lo mejor para nosotros. Necesitamos confiar en Él y pedir que se haga Su voluntad.
También podemos amar a Dios con nuestros pensamientos. En Filipenses 4:8 dice que debemos pensar en lo que es verdadero, lo que es puro y lo que es recto, todo lo que es agradable. Los pensamientos verdaderos, rectos, puros y agradables nos llevan a acciones verdaderas, puras, restas y agradables, que agradan a Dios. Vamos a amar a Dios con todo nuestro corazón, toda nuestra alma y toda nuestra mente.
“Me comprometo a…
Obedecer a mis padres
Poner la basura en su lugar
Decir siempre la verdad
Usar palabras bondadosas
Ayudar a un compañero en la escuela
Dar el asiento en el colectivo
Compartir mi comida.
(agregar otros)”
firma / fecha
ORAR.- dando gracias a Dios por amarnos y que podamos amarlo más. Pedir a Dios que nos ayude amar a otros.
./ adolescentes
Leer: Jesús le contestó al fariseo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” ¿Por qué crees que Jesús dijo que estos eran los más grandes mandamientos? Es porque Jesús sabía que si podíamos cumplir con estos dos, no tendríamos problemas en cumplir los otros.
¿Recuerdas cuántos mandamientos le dio Dios a Moisés? Desde luego que sí, fueron diez. Dios le dio diez mandamientos a Moisés, ¡pero los fariseos habían tomado esos diez mandamientos y habían inventado 613 leyes que se desprendían de ellos! Ellos no necesitaban 613 leyes para agradar a Dios y nosotros no las necesitamos ahora tampoco. ¡Todo lo que realmente necesitamos son dos! Si amamos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente y si amamos a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos, no tendremos problema alguno en guardar los mandamientos por ejemplo, el mandamiento de “no robarle”, y menos el de “no matar” a alguien que queremos realmente.
¿Cómo debemos a amar a Dios? ¿Cómo demostrás que amas a tu prójimo? ¿Qué significa amarse a sí mismo? ¿Qué significa ”con todo tu ser”?
Pedir ejemplos concretos cuando vayan respondiendo.
Aclarar que “mandamiento-amor” nos lleva a un asumir un compromiso con el Dios que nos ama, y eso nos lleva a realizar acciones concretas, a tomar “decisiones de amor” en nuestra vida cotidiana.
Imprimir 1: Grilla (Libro de Actividades)Entregar a cada participante una copia para que completen y se comprometan ante el Señor para realizarlo.
Descargar
Para imprimir