Día de la Diversidad
Octubre 11 del 2012
Carta Pastoral
Es ineludible hoy valorizar la identidad, la cultura y el derecho de los pueblos originarios, por eso el 12 de octubre está siendo celebrado como el “Día de la diversidad cultural americana” reemplazando al “Día de la Raza”, expresión científicamente falsa, discriminatoria y denigrante. Todos formamos parte de la gran familia humana creada y amada por Dios, y tenemos el derecho de vivir con dignidad.
Creemos que al reflexionar en está fecha histórica para nuestro continente latinoamericano, como iglesias cristianas y sociedad en general, necesitamos abrir nuestras mentes y corazones a una perspectiva más inclusiva y amplia. Al menos debemos tener en cuenta lo siguiente:
- La riqueza cultural de los pueblos preexistentes a nuestro Estado Nacional es muy valiosa, es necesario reconocerla como un aporte vital para toda la comunidad.
- La inmigración marcó un hito muy significativo en el desarrollo de nuestro país, aunque el concepto subyacente que la nacionalidad se reduce a “los descendientes de los barcos”, se convirtió en un mito que ignoró a los pueblos indígenas.
- El genocidio de los pueblos originarios que habitaron estas pródigas tierras destruyó la posibilidad de caminar juntos construyendo un país más pluralista y solidario.
- La concepción del progreso económico y cultural, a partir de la eliminación o ignorancia de nuestros hermanos/as que habitan estas tierras desde épocas ancestrales, no puede ser aceptada desde una convicción cristiana.
- La devolución de las tierras/territorios, es un problema que toda la sociedad tiene que reconocer e implementar.
- La educación bilingüe-intercultural incrementa el aporte de los pueblos indígenas y permite poner en diálogo a las diversas culturas desde el respeto y el reconocimiento.
- Se debe hacer un esfuerzo para brindar el cuidado de la salud desde una perspectiva comunitaria, para que se encuentre al alcance de todos y todas por igual.
Reconocemos que muchas veces la tendencia ha sido sentirse distantes de ésta problemática, pero nuestra fe cristiana nos desafía a comprometernos en la construcción de relaciones más justas, respetar la identidad de los pueblos y la preservación de sus derechos.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos. Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.” (Mateo 6: 9-10)
Pastor Frank de Nully Brown
Obispo