Día de oración de Educación Cristiana – Junio
“Entonces Jesús dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”.
Mateo 19:14
Cuántas veces usamos este texto para recordar que los chicos, las chicas son parte fundamental de la iglesia y que de quienes son como ellos es el reino de los cielos. Ahora bien, ¿los escuchamos? ¿las escuchamos?
En este tiempo pensamos mucho en cómo hacer que ellos, que ellas, sientan que son parte. Orar con sus motivos es parte de esta tarea.
Este mes, particularmente pensamos en quienes viven en los hogares Lowe. Junio es el mes de estos hogares. Como sabemos, la Fundación Nicolás Lowe tiene dos hogares, uno en la ciudad de Mercedes (prov de Bs As) y el Pequeño Hogar, en la localidad de Villa Sarmiento (Bs As). En los dos casos, las chicas y los chicos son parte de las iglesias metodistas en dichos lugares, de sus escuelas dominicales, de sus cultos, de sus vidas comunitarias.
Por eso, desde allí, recibimos sus voces y sus motivos de oración. Está bueno orar por ellos, por ellas, pero en ese caso, solemos poner lo que los adultos creemos que es mejor. La propuesta ahora es oír sus voces y les invitamos a orar por los motivos que nos llegan desde sus corazones. ¿Nos unimos?
Desde el Hogar en Mercedes, los chicos, las chicas y adolescentes agradecen a Jesús “porque esta semana vinieron a visitarme mis abuelos y mi mamá. ¡Estoy muy feliz!”, “porque fue mi cumple y me hicieron una torta y cantaron el feliz cumpleaños”, “porque vamos a ir a pasear todas las chicas y chicos y vamos a ir a tomar chocolatada”, “porque prometimos la bandera en la plaza y cantamos el himno nacional con Abel Pintos”, “porque estoy contento”. Y piden así: “quiero pedirte que me adopte una familia”, “para que me vaya bien en la escuela”, “no te olvides de mirarme y contestarme”, “por los chicos que se pierden y no encuentran a sus familias”, “que nos cuide a nosotros y a las orientadoras”.
Desde el Pequeño Hogar nos invitan a dar gracias por la comida, los juguetes, por equinoterapia, por el día de hoy, por la vida, por las camas, por los acolchados, por las salidas que pueden disfrutar. Y nos llaman a pedir por la comida.
Demos gracias a Dios porque quienes pasaron hambre dan gracias por la comida, quienes (en algunos casos) han dormido en la calle hoy dan gracias por las camas, quienes han pasado frío hoy dan gracias por los acolchados, quienes han estado en soledad, hoy dan gracias por las salidas que hacen en compañía.
Animémonos a oír y orar como las chicas y los chicos por los motivos que nos proponen.
(Gracias a Ana Bonaudi y a Virginia Minico por enviarnos las oraciones)