Primer domingo de Adviento
[bsa_pro_ad_space id=2]
Salmo 80:1-7, 17-19; Isaías 64:1-9; 1ª Corintios 1:3-9; Marcos 13:24-37
Evangelio de Marcos 13.24-37: Pasado el tiempo de sufrimiento, las estrellas caerán y se verá al Hijo del hombre venir en las nubes. Ustedes manténganse despiertos y vigilantes, porque no saben cuándo llegará el momento. No saben cuándo vendrá el señor de la casa, no sea que venga cuando menos lo esperen y los encuentre dormidos.
Profeta Isaías 64.1, 4-9: Ojalá bajaras del cielo y descendieras haciendo temblar con tu presencia las montañas. Tú aceptas al que hace el bien con alegría, pero nosotros hemos pecado y por eso nos has abandonado. Pero tú, Señor, eres nuestro padre, fuimos hechos por ti mismo… ¡Mira que somos tu pueblo!
Salmo 80.1-7: Dios pastor, tú que guías a tu pueblo como a una oveja, ¿hasta cuándo estarás indignado contra nuestra oración? ¡Restáuranos, Dios nuestro, haz resplandecer tu rostro y seremos salvados!
1a Carta a los Corintios 1.4-9: Doy gracias a Dios siempre por ustedes: Dios les ha dado toda riqueza espiritual, no les falta ningún don; y Dios los mantendrá firmes hasta el fin. Él cumple siempre sus promesas.
[bsa_pro_ad_space id=3]