Paz y bien amada hermandad. Espero que en todo estén animados y animadas por la presencia activa del Espíritu en vuestras vidas.
Sin sueños, sin proyectos, sin utopía, nuestra historia permanece estática e inerte. El Espíritu es vida y su presencia da voz a las y los creyentes para que hablen en nombre de Dios y por ello profeticen.
“En aquel día, el vino y la leche
correrán como agua por montes y colinas,
y los arroyos de Judá llevarán agua en abundancia.
De mi templo brotará un manantial
que regará el valle de Sitim.”
Joel 3:18
El Dios en el que creemos es quien brinda la vida a manos llenas. Y frente a ella es que nuestra existencia debe realizar un juicio de vida o muerte. Hay una elección que debe ser hecha por hombres y mujeres. La elección de la vida es el Don de Dios que hospedamos con profunda libertad y que nos convoca a la alegría por el cumplimiento de la promesa: el Reino de Dios se ha acercado. A este Reino se lo anuncia por medio de gestos y palabras. Gestos que brindan testimonio de la Resurrección de Jesús el Cristo y palabras que proclaman que la vida puede más que la muerte.
Evangelizar es transmitir la alegría de sabernos amados y amadas por Dios y a la vez compartir la gratuidad de este su amor.
¡Amada hermandad hay buena noticia y debe ser proclamada a todas la naciones!
Abrazo cálido y sereno en Cristo Jesús.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo