Paz y bien amada hermandad.
Sea mi oración y pensamiento por sus vidas y ministerios esperanzadores para nuestra gente y pueblo. Que la Santísima Trinidad sea con ustedes como fuente de inspiración para el buen vivir y el buen compartir.
““Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.”
Salmo 46:10
Cierta vez un ministro se levanto afirmando Dios me está enseñando que debo cambiar el énfasis de mi vida; que debo hablar menos y oír más. Es muy probable que en este tiempo aún pandémico este sea un ejercicio de gran pertinencia en nuestras prácticas pastorales.
Afirma Stanley Jones que Dios tiene memoria de tres cuestiones en relación a nuestras vidas: propósito, plan y nuestra persona. Dios tiene el propósito de hacer de nosotros lo mejor que podemos ser. Que tiene un plan para moldear ese propósito en cada una de nuestras vidas. Y finalmente es que seamos la persona que ha de llevar a cabo ese propósito y ese plan. Es un gran desafío el de oír en silencio la revelación de este propósito y ese plan que Dios desea y tiene. Encarnar el pensamiento de Dios, ser la palabra hecha carne es el gran desafío. Que hagamos cada día un milagro de Dios en nuestras vidas: ¡convirtámonos en un milagro de Dios!!
Dios mío, solos no valemos nada; pero unidos a tu amor, nos llenamos de energía y de luz. Concédenos vivir unidos a vos de tal modo que nunca nos falte esta energía ni esa luz. Y que podamos conservar siempre el fuego espiritual necesario.
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo