Tiempo de ayuno y oración – Propuesta semanal para el 21 de noviembre

Nos preparamos para comenzar el día.

En base a nuestras posibilidades físicas, como de trabajo o estudio (u otras), comenzamos el tiempo de ayuno.

Encuentro con Dios

SALMO 3. RVC

Señor, ¡cómo han aumentado mis enemigos!
Son muchos los que me atacan,
son muchos los que me dicen
que tú no vendrás en mi ayuda.

Pero tú, Señor, me rodeas como un escudo;
eres mi orgullo, el que sostiene mi vida.

Con mi voz clamaré a ti, Señor,
y tú me responderás desde tu lugar santo.

Yo me acuesto, y duermo y despierto,
porque tú, Señor, me sostienes.

Aun si me rodean legiones de soldados,
no tengo nada que temer.

Señor y Dios mío, ¡acude a rescatarme!
¡Hiere a todos mis enemigos en la mejilla!
¡Rómpeles los dientes a esos malvados!

A ti, Señor, te corresponde salvar;
¡derrama tus bendiciones sobre tu pueblo!

Alabad al Señor

Te busco, Señor,
Te ruego, Señor,
Clamo a ti, óyeme.

Te busco, Señor,
Te ruego, Señor,
Ven, escucha mi voz.

CyF. 444

Lectura del día

Marcos 13: 1-2, 9-13. RVC

Jesús salía del templo cuando uno de sus discípulos le dijo: «Maestro, ¡mira qué piedras! ¡Qué edificios!» 2 Jesús le dijo: « ¿Ves estos grandes edificios? Pues no va a quedar piedra sobre piedra. Todo será derribado.»

»Pero ustedes tengan cuidado; porque los entregarán a los tribunales, y los azotarán en las sinagogas; por causa de mí los harán comparecer ante gobernadores y reyes, para dar testimonio ante ellos. Pero antes tendrá que proclamarse el evangelio a todas las naciones. Cuando los arresten y los hagan comparecer, no se preocupen por lo que deben decir, sino sólo digan lo que en ese momento les sea dado decir. Porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo. El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se rebelarán contra los padres, y los matarán. Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará a ustedes, pero el que resista hasta el fin, se salvará.

El Leccionario hoy, nos indica que vamos llegando al fin del Año Cristiano. Jesús sabía bien lo que sucedería en los próximos 30 años. Muchas personas del pueblo, estaban concientizadas en contra de la ocupación romana, ya planeaban levantarse en armas con la intención de echar fuera al invasor romano. Jesús se da cuenta que esta decisión no va ser inteligente e imposible de lograr éxito, porque el ejército romano era muy fuerte, bien equipado y poderoso. El templo, con todo su esplendor y hermosura será totalmente destruido y saqueado; pues, el día de Yahvé ha llegado (Isaías 13: 9-11).

Lo que Jesús sigue anunciando es extremadamente terrible; sin embargo, su mensaje contiene una carga muy fuerte de esperanza: quien resista hasta el fin, se salvará.

No vamos a decir nada nuevo… Vivimos, como país, tiempos muy difíciles en todos los órdenes de cosas. No vale la pena enumerarlos porque, ya lo sabemos. Lo que podemos decir es que estamos llamadas y llamados a transmitir Esperanza a un pueblo triste y agobiado en la pobreza, a reafirmar nuestra Fe en el Dios de la Historia de la Vida que nos mostró Jesús y que todavía no ha dado su última palabra… Este mismo Dios de Jesús nos de fuerzas y valor; que nuestra resistencia sea con Amor; al realizar acciones concretas en favor de nuestro pueblo y al compartir lo que tenemos con aquellas y aquellos que no tienen nada. Porque, « la religión pura y sin mancha delante de Dios Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no dan.

ROG

Hoy oramos

Dios Padre-Madre, damos gracias por tu compañía y amor incondicional!!
Sabemos que, nos escuchas y respondes en todo momento, por eso te pedimos por:

Trabajo para quienes han quedado desocupados/as.
Salud para nuestros familiares, hermanas y hermanos de nuestras congregaciones. (digamos el nombre de ellos)
Por cada comunidad y su trabajo en el barrio donde estén dando testimonio.
Por líderes y pastoras-pastores.
Por los preparativos, talleres, reuniones para el Adviento y Navidad.
Por vivienda, pan, paz y trabajo.
Oremos: por otros motivos…

Oración de la noche

Ahora que el día ha concluido, yo te agradezco, Señor, y ruego que la tarde y la noche puedan pasar, evitando todo daño hacia mí y hacia mi prójimo, concédeme esto Salvador, y sálvame.

Ahora que el día ha pasado yo te glorifico, Maestro, y ruego que la tarde con la noche estén libres de tropiezos; concédeme esto Salvador, y sálvame.

Ahora que el día ya se ha ido, yo te alabo, Bendito y Único, y ruego que la tarde con la noche no sean para mí molestadas por el mal; concédeme esto Salvador, y sálvame.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo
Como fue ayer, es hoy y será por los siglos de los siglos. Amén