Soy mi propia voz, que se une con las voces de nuestras hermanas por las vivencias compartidas desde nuestro ser mujer. Somos lo que proclamamos, lo que manifestamos, pero también somos lo que callamos. Somos las voces de quienes no pueden hablar y de las hermanas que ya no están. Somos nuestras voces que se abrazan en pos de una acción transformadora. |