Recursos para la acción pastoral

26 Feb 2024
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Recursos para la acción pastoral 24 MarzoMar 2024

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Trabajo en equipo – por Anselm Grün

Fortalezas y debilidades

Hoy, la mayor parte de las veces, se trabaja en equipo. Es importante la selección cuidadosa de los miembros del equipo y es necesario que cada uno sea capaz de saber involucrarse en el mismo. La diversidad de caracteres puede ser una oportunidad para un equipo. No tienen por qué pensar todos lo mismo. Precisamente, cuando en un equipo hay distintos caracteres, puede crearse una tensión sana, que le da creatividad. Los diferentes puntos de vista pueden enriquecer el trabajo en equipo.

Pero también hay formas de ser que no congenian, que bloquean al equipo. Esto nos lo muestra la historia de la Iglesia primitiva. Lucas nos narra, en los Hechos de los Apóstoles, lo bien que han trabajado juntos Pablo y Bernabé. Tuvieron grandes éxitos en su primer viaje misionero. Bernabé había introducido a Pablo en el círculo de los apóstoles, en Jerusalén, y les había quitado los temores frente al perseguidor de cristianos. Pero más tarde se produce una disputa entre ellos, que conduce a una nueva composición del equipo.

Bernabé quería llevar con ellos también a Juan, llamado Marcos, pero Pablo consideraba que no debían llevar consigo a quien los había abandonado en Panfilia, cuando debía haber compartido sus trabajos” (Hch 15.37-40). No está claro por qué Marcos se había separado de Bernabé y Pablo. Lucas solo dice que ambos tienen a Marcos como ayudante (Hch 13.5), anotando brevemente que se separó de ellos y se volvió a Jerusalén (Hch 13.13). Tal vez el viaje misionero le parece demasiado peligroso o agotador. De cualquier forma, abandona el equipo. Acaso tiene el sentimiento de que no van a encajar bien. Bernabé, en cambio, tiene la impresión de que para él y para Pablo era un enriquecimiento. Pero Pablo era intransigente y ya no quiere trabajar con él.

Y así se forman dos nuevos equipos: Bernabé y Marcos evangelizan en Chipre, Pablo y Silas viajan a Siria y a Cilicia (Hch 15.36-41). Ambos parten con la bendición de la comunidad. Aunque los cuatro ya no trabajan juntos siguen siendo enviados por la comunidad. Esta es una bonita imagen para la composición de un equipo. Hay personas que sencillamente no encajan entre sí. En el caso de Pablo, podemos decir que era un triunfador. Junto a él, el débil Marcos no tiene sitio. Este se siente marginado. Bernabé, con su carácter reconciliador, quiere recuperar a Marcos. Para Pablo, por el contrario, eso era imposible: tenía grandes exigencias para sí mismo, y también para los demás, y por eso a la larga no podía trabajar con Marcos.

No hagamos juicios morales sobre esta situación. No tiene sentido amonestar a los discípulos para que se acepten unos a otros. Es más importante admitir que con determinadas personas sencillamente no logro conectar. Debemos esforzarnos en trabajar juntos como equipo; pero también es parte de la honestidad y de la humildad, reconocer que existen límites para la cooperación en el trabajo. Pero es importante que todos los colaboradores, incluso si se separan y trabajan en otros equipos en la iglesia, representen los intereses comunes del conjunto de la comunidad y cuenten con el respaldo de esta.

Hay dos razones por las que las personas no encajan bien en un equipo. La primera razón es biográfica. Algunos miembros del equipo me recuerdan, por ejemplo, al padre autoritario que siempre me impidió decidir por mí mismo. Otros me recuerdan a la madre depresiva que siempre me acaparaba y buscaba provocarme cargos de conciencia. Podemos investigar la historia de nuestra vida para hacernos capaces de admitir a las personas que nos recuerdan las experiencias negativas de nuestra infancia. Entonces, por una parte, es importante trabajarse a sí mismo y, por la otra, admitir que con determinadas personas sencillamente nos es difícil conectar.

La segunda razón por la que las personas no encajan en un equipo reside en los distintos temperamentos y formas de ser que cada uno representa. Las diferentes formas de ser pueden complementarse entre sí, pero también pueden bloquearse. En un equipo de trabajo de seis personas, a veces nos bloqueábamos unos a otros. Para mí no iba suficientemente rápido y me sentía ralentizado por los demás. Para otros yo iba demasiado rápido y pasaba por alto sus preocupaciones que me parecían triviales.

No debemos clasificar los temperamentos. Cada temperamento tiene sus fortalezas y sus debilidades. Debemos aportar nuestras fortalezas al trabajo conjunto y en cuanto a nuestras debilidades, estar atentos a las fortalezas de los demás. No se trata de compararse sino de respetarse. Cuando dejemos de evaluarnos, comenzaremos a escucharnos, a relativizar nuestro propio punto de vista y a abrirnos a otras posibilidades y caminos.

El pastor o el líder de un equipo tiene en cuenta a cada uno/a de sus integrantes, no los elige por mandato, sino que lo hará según corresponda a su carácter y circunstancias, y como mejor pueden conectar entre sí. Renuncia al llamamiento moral (que unos tengan que cargar con los otros), sino que empatiza con cada uno de los hermanos y se pregunta qué necesitan, incluyendo el conocer qué hermanos necesitan cerca y con quiénes armonizan bien, para que todos estén en paz y el rebaño crezca. En un rebaño de ovejas el pastor también trata de separar a las ovejas que no pueden soportarse entre ellas. Un equipo y una comunidad son siempre algo vivo, y por tanto se necesita atención para posibilitar la vida y crecimiento del equipo.

Cómo constituir el equipo

En la constitución de un equipo debe primar la calidad sobre la cantidad. A veces un equipo demasiado grande es incapaz de trabajar bien. Es demasiado pesado. Hay una historia en la Biblia que nos lo muestra claramente. Gedeón es llamado por Dios para liberar a su pueblo de la opresión y empobrecimiento de los madianitas. Y convoca a personas de todas las tribus de Israel a seguirlo en la lucha contra Madián. Pero Dios le dice que hay demasiada gente. Entonces Gedeón invita a todos los que tengan miedo a irse a su casa, y como consecuencia se van 22.000 personas. Pero todavía quedan 10.000.

Entonces, dirigido por Dios, Gedeón los lleva a todos junto al agua y los observa mientras beben. 300 hombres lamen el agua con la lengua, como los perros. Los otros se arrodillan y beben el agua llevándosela a la boca con la mano. Gedeón lleva consigo solamente a los 300 primeros hombres, y con ellos vence a los madianitas, soplando el cuerno y rompiendo un cántaro que contiene una antorcha encendida. No necesitan espada para derrotar a los madianitas, porque éstos se desconciertan tanto que luchan entre sí. Vencen no con la espada sino con la creatividad.

Hemos conocido en las últimas décadas pequeños equipos que han encontrado soluciones creativas, ya sean dirigidos por Martin Luther King o el Mahatma Gandhi o Nelson Mandela. Siempre han sido equipos de pocas personas, que comenzaron con sencillez y juntas desarrollaron nuevas ideas. En la Biblia, Gedeón escucha las sugerencias de Dios. Es bueno que el equipo esté abierto a la inspiración que viene del Espíritu Santo. Entonces será más creativo que si se apoya en su propia fuerza.

Armonizar las personalidades entre sí

Jesús llama a varios grupos a seguirlo, y entre ellos vemos al grupo de los doce. ¡Qué diferentes son los tipos de persona a quienes llama, según su profesión, su posición y su origen! Hay sencillos pescadores como Simón y Andrés que pescan solo con redes. Luego están Santiago y Juan que, con su padre, dirigen una pequeña flota pesquera, mostrando un mayor nivel social. Luego Mateo, recaudador de impuestos, un pecador que explota a los más humildes exigiéndoles tributos excesivamente altos. La mayoría de estos discípulos son de Galilea, solo Judas Iscariote era de Judea. Hay quienes son judíos tradicionales y había otros influenciados por la cultura griega, como Andrés y Felipe que llevan nombres griegos. Y están los zelotes, seguramente Simón y probablemente Judas, que luchaban violentamente contra los romanos.

Tenemos entonces personas apasionadas que se enojan rápidamente y hasta pueden ser agresivas. Es sorprendente que Jesús pudiera formar una comunidad con personas tan diferentes. Pero es también una imagen de esperanza para nosotros. La iglesia es hoy tan variada como la pequeña comunidad de los doce discípulos. Pero cuando existe un líder que es capaz, como Jesús, de conectarlas entre sí, estas pueden trabajar juntas.

Recordemos por otro lado que un miembro del grupo traicionó a Jesús. Esto es doloroso, pero debemos contar con esta realidad. Unir a personas distintas es siempre un lindo desafío. Pero a veces algunas desertan de estos ideales o quieren dividir el grupo. El líder y todos los integrantes del equipo orarán por quien quiere irse. Tal vez ese hermano o hermana llegue a la paz consigo mismo y reconsideren su decisión. Y aunque se separen, también debemos decirles que él o ella pueden encontrar una nueva oportunidad de servicio en otro espacio en la misma comunidad.

Anselm Grün, monje y sacerdote católico alemán, n 1945. La vida no es solo para el fin de semana. Cómo el trabajo nos hace sentir vivos. Ágape, Buenos Aires, 2022, pp 91-108. Resumen y adaptación de GBH.


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