Domingo de Transfiguración

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2º Reyes 2:1-12; Salmo 50:1-6; 2ª Corintios 4:3-6; Marcos 9:2-9

Evangelio de Marcos 9.2-9: Jesús se va a un cerro alto llevándose a Pedro, Jacobo y Juan, y allí cambia la apariencia de Jesús –ropa brillante y blanquísima– y ven a Elías y Moisés conversando con Jesús. Y oyen una voz que dice “este es mi Hijo amado, escúchenlo”. Y al bajar, Jesús les encarga que no digan de esto nada a nadie.

Segundo libro de los Reyes 2.8-12a: Elías toma su capa, la enrolla y golpea el agua del Jordán, el agua se abre y ellos cruzan como por terreno seco… Y mientras caminan, aparece un carro de fuego y Elías sube al cielo en un torbellino. “¡Padre mío, que fuiste para Israel como un poderoso ejército!”, grita Eliseo, el sucesor.

Salmo 50.1, 3-6: Habló el Señor, el Dios de los dioses, que viene como fuego destructor, como fuerte tormenta, a presenciar el juicio de su pueblo. ¡Y el cielo declara que Dios es juez justo!

Segunda Carta a los Corintios 4.3-6: Para quienes no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos. Y nosotros no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor. Dios hizo brillar su luz en nuestro corazón, para que podamos iluminar a otros…

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