Recursos para la predicación
Lucas 2.1-20 – Presentación de René Krüger
Introducción
En el amplio marco de la popularización y la comercialización de la Navidad, los textos clásicos de Mateo y de Lucas han sido divulgados hasta el cansancio por relatos, cuadros, pesebres, canciones, poesías, tarjetas; de manera que la amplia mayoría presume –presumimos– que su contenido es cosa conocida. Precisamente por ello se impone un esfuerzo mayor por leer, comprender y transmitir con exactitud los textos.
Análisis exegético
Vs. 1-5 Los vs. 1-5 caracterizan al Niño mediante diversas especificaciones: es un personaje histórico (Lucas suministra datos de la llamada historia secular: César Augusto, el censo, Cirenio; nace en el seno de una familia (José-María); queda vinculado a Galilea y Nazaret; nace en Belén, la histórica ciudad de David; es descendiente de David.
Vs. 6-7 Una vez preparado este panorama, el Niño nace (vs. 6-7). Lucas vincula terminológicamente (verbo cumplirse) el momento del nacimiento del Niño con el pasado histórico-salvífico, indicando que en Jesús se cumplen promesas, anuncios y esperanzas.
V. 8 Los comentarios bíblicos abundan en detalles sobre el papel de los pastores. Por una parte, hay algunos textos veterotestamentarios que divulgan una visión positiva de los pastores, llamando así a Moisés, David, Yavé mismo, el Mesías. Por otra, sobreabundan textos de la literatura rabínica que ofrecen una imagen pésima de los pastores. Los ven como marginados; los consideran delincuentes, pillos, ladrones, indignos de confianza, incapaces para actuar como jueces y para dar testimonio público (en este último punto, están al mismo nivel que los publicanos). Era uno de los “oficios de ladrones”. Se los tenia por tramposos, pues conducían sus rebaños a propiedades ajenas y, además, robaban parte de los productos de los rebaños. Frente a ello, sorprende la imagen agradable que tenemos del pastor por la predicación de Jesús.
Es precisamente esta gente marginal la que recibe el primer anuncio del nacimiento de Jesús. Algo similar sucederá con la resurrección: las mujeres, que habían venido con Jesús desde Galilea, son las primeras en recibir ese anuncio. Al igual que los pastores, inmediatamente comunican la buena nueva.
El anuncio del nacimiento del Salvador Cristo el Señor a pastores se halla así en total oposición con la valoración común y corriente de la sociedad o por lo menos de aquellos sectores que estaban bajo la influencia de las directrices religiosas que despreciaban a los pastores Estas personas despreciadas pasan por una profunda transformación. Primero reciben el anuncio del evangelio: son evangelizados. Es más, son los primeros evangelizados. A esto se agrega la referencia a la alegría. Aquí como en otros lugares del EvLc, la alegría se produce a raíz de las experiencias de la salvación que llega en Jesús y que establece una comunión de amistad entre las personas beneficiadas y Dios.
Vs. 9-12 El anuncio es un compacto cristológico insuperable. El texto crea un contraste llamativo entre la pobreza del nacimiento y sus resonancias trascendentales (ángeles enviados – se sobreentiende que por Dios –, títulos mesiánicos) y cósmicas (irrupción del mundo celestial, resplandor impresionante, modelo teofánico de aparición, presencia del ejército celestial, doxología). En el otro extremo de la vida de Jesús, en su muerte, el lector y la lectora del EvLc se encontrarán con otro símbolo de miseria: la cruz. Ésta será sobrepasada por la gloriosa resurrección del Crucificado.
Vs. 13-14 El texto introduce dos nuevas realizaciones. La gloria y la paz son atribuidos a Dios y a la tierra y los hombres, respectivamente. La alabanza y la indicación de gloria y paz contienen más de lo que se nota a primera vista. El texto relaciona así al Cristo con la paz mesiánica, el Shalom. Pero al mismo tiempo ha de tomarse en cuenta que esos términos tenían una enorme carga política. La Pax romana era un concepto fuertemente instalado en todo el imperio romano, y se mantenía a fuerza de espada “gracias” a las legiones del ejército imperial que vigilaban el vasto imperio a lo largo y a lo ancho.
El texto lucano, al colocar primero la gloria y luego la paz, establece que la acción histórico-salvífica realizada por Dios a través del Salvador es respuesta soberana, libre, sin condiciones previas por parte de los hombres; respuesta a determinadas situaciones de necesidad en la humanidad detectadas y asumidas por Dios y cuyas carencias concretas se ubican en el plano económico (pobreza, miseria, opresión, injusticia) y relacional (desprecio, pecado, marginación). Dios otorga su paz de manera totalmente diferente a la de Augusto.
Tomando en cuenta todos estos elementos, notamos que el texto establece una oposición entre la paz de los marginados, que viene de Dios a través del Salvador Cristo el Señor; y los programas habituales de “paz” realizados por los poderosos. Esta oposición frecuentemente suele ser pasada por alto, ya que no aflora de manera explícita y porque el mensaje navideño ha sido terriblemente comercializado y a la vez “espiritualizado” por lecturas individualistas y dulzonas. Rescatando el significado “subterráneo” de la historia navideña, hemos de deducir que todo programa de paz, que no pase por las respuestas concretas a las situaciones de necesidad y marginación de los primeros receptores del anuncio navideño, no puede pretender venir de Dios. Por consiguiente, queda desacreditado. Al mismo tiempo, toda Navidad que no relacione su celebración con este contenido del texto bíblico, carece de autenticidad.
Vs. 15-20 Los evangelizados verifican ahora por cuenta propia la verdad de lo anunciado. Se ponen en movimiento y constatan que el anuncio es correcto. Habiendo pasado por esta experiencia, se transforman en evangelizadores. María, por su parte, guardando el mensaje y meditándolo, se convierte en creyente y en modelo de la comunidad que va creciendo en firmeza y en número.
Rumbo a la predicación
La preparación de la predicación navideña ha de partir de dos constataciones. Navidad es la celebración cristiana más popularizada de todas las fiestas del año litúrgico; y los textos navideños son en cierta manera los más “gastados” de todos los relatos bíblicos. Los cultos de Nochebuena y Navidad siguen “gozando de muy buena salud”, en el sentido de que cuentan con mucha participación de creyentes, participantes habituales, simpatizantes, familiares, conocidos, visitantes ocasionales, alejados y muchos otros que vienen a buscar un poco de calor humano y de contención.
Segundo, tal como ya se dijo, los textos bíblicos navideños parecen demasiado conocidos, y es como que ya no encierran ninguna novedad. Un repaso exegético alternativo, que se propone leer el relato lucano a partir de las oposiciones que “saltan” del texto, quizá pueda colaborar con el hallazgo de enseñanzas ocultas bajo la capa de romanticismo y comercio navideños.
En este sentido, la predicación podría invitar a celebrar a Cristo y su obra en los siguientes términos:
- Creemos en Jesucristo, un Señor y Salvador totalmente opuesto en todo sentido a los parámetros de la sociedad que se rige según el poder, la gloria, la importancia, la riqueza, el prestigio, el estatus. Navidad es una preciosa ocasión para renovar (o iniciar) la fe en este Señor.
- Tenemos el privilegio de ser una comunidad alternativa, en la que ha de haber amplio espacio para personas marginadas, pobres, despreciadas, no queridas.
- Cada evangelizado, cada evangelizada es un evangelizador, una evangelizadora. ¿Lo asumimos? ¿Cómo lo hacemos?
René Krüger (Iglesia Evangélica del Río de la Plata, argentino), Estudios Exegético-Homiléticos 33, ISEDET, diciembre 2002. Resumen.
Isaías 9.2-7 – Presentación de Samuel Almada,
Relaciones intertextuales
El Salmo 96 es un himno que celebra a Yavé como rey y espera su advenimiento como juez de la tierra. Todos los pueblos y la creación entera son invitados a festejar la llegada de Yavé que viene a establecer su reino de justicia. Es una poesía con tono universalista, que contiene reminiscencias de otros Salmos (ver 29.1-2; 47 y 98) y del Segundo Isaías (ver 40.17-20 y 55.12).
Las liturgias de Nochebuena y Navidad utilizan los textos Tito 2.11-14, y también 3.4-7, pues son fórmulas tradicionales que expresan a manera de síntesis el fundamento de la obra de salvación para toda la humanidad. La espera y manifestación de esa gracia tiene sus implicaciones y exigencias en la vida cotidiana, y por tanto se exhorta a vivir de acuerdo a la piedad, la búsqueda de la justicia y la práctica fervorosa de las buenas obras; renunciando a todo tipo de iniquidad y pasiones mundanas. Es un llamado a ser testigos coherentes, en palabra y conducta, de la maravillosa obra de salvación de Dios a través de Jesús.
La perícopa de Lucas 2.1-20 gira en torno al nacimiento de Jesús (vv. 6-7), el anuncio del ángel del Señor a los pastores (vv. 8-12), la visita de éstos últimos al niño como testimonio y verificación de lo anunciado (vv. 15-20). Se sigue el esquema de promesa-cumplimiento respondiendo al relato de la anunciación en Lc 1.26-38.
Comentario sobre Isaías 9:2-7 (RV) / 9:1-6 (BJ)
Isaías 9 es un hermoso poema que anuncia la liberación de la opresión y el advenimiento de un príncipe que restaurará en el trono de David el dominio de la equidad, la justicia y la paz. Una lectura continuada del texto de Isaías obliga a leer este pasaje teniendo en cuenta las perícopas de 7.10-17 (la señal del nacimiento del niño Emanuel) y 11:1-10 (el surgimiento de un vástago / retoño que sale del tronco / raíz de Isaí); pues tienen muchos aspectos simétricos desde la perspectiva de la esperanza de un salvador, y también desde la relectura neotestamentaria y su aplicación al reino inaugurado con la venida de Jesús. Estas profecías son clara expresión de un mesianismo real que espera una intervención salvadora de Yavé en la historia de su pueblo, cuyo fundamento principal se encuentra en las promesas dadas a la casa de David por medio del profeta Natán en 2 Samuel 7.
Los primeros versículos (vv. 2-5, RV) recogen el vocabulario de la acción de gracias por la liberación obtenida y la segunda parte da cuenta del nacimiento del príncipe de la justicia y de la paz (vv. 6-7, RV).
Es significativo que el texto augura un cambio que proviene del norte (v. 1, RV), la región de Galaad del otro lado del Jordán, la Galilea de los gentiles. Aunque las referencias no sean muy precisas, el movimiento es de norte a sur, desde Galilea hasta Jerusalén, con resonancias hacia todo Israel por la apelación al trono de David (v. 7).
En el versículo 2 aparece el binomio de oposición tinieblas / luz aplicado al pueblo del lugar: “los que andaban en tinieblas, vieron una gran luz”. Estos motivos son tradicionalmente aplicados a la liberación (“ver la luz”) de situaciones de opresión y sufrimiento (“estar en tinieblas”); lo cual en este caso queda igualmente reforzado por el contexto general del relato y los antecedentes explícitos en los últimos versículos del capítulo 8. Luego de la contraposición tinieblas / luz se pasa al motivo de la alegría (v. 3) que se destaca recurriendo varias veces al mismo término, y se compara con la satisfacción de la cosecha y el reparto de un botín.
Probablemente la situación de devastación que se describe sea el producto de las campañas imperialistas del rey de Asiria Tiglat-Pileser III que había asolado y sometido las regiones del norte mencionadas en el versículo 1. Entonces, la obra liberadora de Yavé se ocupará de quebrar el yugo impuesto y el bastón de mando del opresor (v. 4). También se anuncia el fin de la guerra con la quema de sus símbolos: “la bota y el manto ensangrentado” (v. 5).
La mención del “día de Madián” (v. 4) recuerda la célebre victoria de los israelitas frente a los madianitas al mando de Gedeón (Jueces 7.15-25); y es significativa porque evoca la liberación política de la opresión de un pueblo extranjero. También es sugestiva porque remite a una victoria basada en la confianza del pueblo en Yavé, su Dios, y no tanto en su capacidad militar; así lo entiende el profeta cuando la compara con la liberación de Egipto (ver Isaías 10.24-27).
Los versículos 1-5 describen el gozo de la próxima liberación y los motivos para la alegría, el fin de la opresión y de la guerra. En los versículos 6-7 son los mismos que esperan la liberación los que expresan su alegría y entonan su canción de acción de gracias por el niño que les (v. 6a) ha nacido, que tendrá un nombre excelso y llevará los atributos reales de la equidad y la justicia.
Teniendo en cuenta el contexto general del Libro de Emanuel (Isaías 6-12), el anuncio del nacimiento en Isaías 9.6 nos lleva a pensar en la señal del niño Emanuel de 7.14, sobre el cual se acumulan varios títulos y atributos que enfocan aspectos sobresalientes de su inminente reinado.
Entre los atributos que se destacan están la sabiduría (comparar con lo ya visto en 11.2), la fortaleza divina por la confianza en Yavé y la fidelidad a la alianza (recordar lo de Emanuel = “Dios con nosotros”), la perpetuidad de su reinadoy la paz / bienestar que traerá su gobierno. Los títulos (maravilla / Dios / padre / príncipe) que acompañan los atributos mencionados reflejan la costumbre e influencia de los faraones de Egipto que eran celebrados con extensos nombres.
Finalmente, el versículo 7 enfatiza la vigencia y el cumplimiento de las grandes promesas hechas a la casa de David (2 Samuel 7), pero bajo algunas condiciones bien claras. El rechazo del rey Acaz no significó el fin de la dinastía, pero la restauración y consolidación del trono davídico aquí no se garantiza por una promesa incondicional y vaga (comparar con 2 Samuel 7.14b y ss), sino por la vigencia de la equidad y la justicia en el gobierno del rey. Solo de esa manera su reinado será exitoso, se extenderán sus dominios y el bienestar de los pueblos, y su dinastía permanecerá para siempre.Yavé no aguanta la injusticia, la violencia y la opresión, por tanto, si el rey no actúa de acuerdo a los valores de la justicia y la liberación, Yavé no está con él.
Sugerencias homiléticas
El evangelio de Mateo (4.12-17) hace una relectura especial del pasaje de Isaías 9, aplicándolo no al nacimiento de Jesús, sino al comienzo de su ministerio y predicación. El tema central que conecta ambos pasajes es el anuncio del reino. El motivo de la luz también es relevante aplicado al ministerio y la vida de Jesús (ver Mateo 4.16 y Juan 8.12).
Quizás podríamos intentar imaginar cómo sería hoy aquel reino de justicia y equidad que anunciaron los profetas y Jesús; cuáles serían sus características y sus alcances. Por otro lado, también podríamos esbozar estrategias y proyectos concretos que nos encaminen y acerquen hacia ese objetivo.
Samuel Almada, biblista bautista argentino, en Estudios Exegético-Homiléticos 57, del ISEDET, diciembre 2004.
Salmo 96 – presentación de Enzo Cortese y Silvestre Pongutá
Los salmos 96 y 98 tienen en común, al comienzo, ser llamados un canto nuevo y la ausencia de orientación directa a Dios, del que se habla solo en tercera persona. Además las respectivas partes finales son muy semejantes (96.11s y 98.7s) entre ellas (y con Is 44.23; 49.3), y el comienzo, en especial el del Sal 96, es muy semejante a Is 42.10s. La parte central (96.7-10), en cambio, se caracteriza por su universalismo.
Nuevas perspectivas teológicas
Como en 95.3, tenemos la arcaica confrontación de Dios con las otras divinidades, pero aquí se dice solemnemente que no son nada (v 5, ver BJ). Además, mientras en los himnos análogos antiguos (véase 97 y 99) las criaturas se atemorizan por el triunfo divino (por la lucha mítica contra el caos), aquí todo se alegra. Es la alegría del Dt-Is: ver especialmente Is 44.23. El progreso de la teología yavista es fruto y mérito de la predicación del Dt-Is (y del exilio) sobre el Dios único y universal. La gran alegría de la creación del 96.11s es eco del clima y de las partes del Dt-Is ya citados. El final del vs 6 nos muestra, sin embargo, que nos hallamos ya en el templo reconstruido.
Universalismo (7ss)
Este tema, fruto también de la predicación del profeta del exilio (especialmente Is 45.20s), se debe subrayar. Es interesante ante todo notar que 96.7s parte de una cita del antiguo 29.1, pero sustituye los hijos de los dioses con las familias de los pueblos, y hasta para invitarlas a entrar al templo, para llevar sus homenajes.
El salmo se incluye casi idéntico en 1 Cr 16.23-33 y la confrontación muestra claramente que Crónicas depende del salmo. De ordinario no se advierte la importancia de estos versículos o se tiende a colocarlos en una época muy tardía, como si esta óptica, luego, fuese más aceptada por la comunidad judía. Se olvida que la amplitud de la visión (exílica), que continúa de cualquier modo hasta Jonás y Malaquías, fue, a lo sumo, restringida por Esdras (para nosotros en el 390 aC) y por los responsables de la teocracia postexílica, y hay que admirarse que el cronista la haya incluido con ocasión del relato del traslado del arca. Solo la línea no oficial es verdaderamente misionera y no triunfalista, al enseñar que entre los pueblos se debe divulgar la realeza divina.
Lectura cristiana
Nosotros que por el Evangelio estamos vinculados a la misión y a predicar que el reino de Dios está en medio de nosotros, deberíamos hacer nuestra proclamación aún más gozosa que la del salmo, después de tantas maravillas nuevas realizadas por Dios. Y vemos en el mundo, por el contrario, tantas comunidades cansadas y frustradas. Los mismos guías espirituales en las congregaciones, a su vez impulsados a contar sus heridas y fracasos, pierden a menudo el secreto de esta alegría muy antigua o, a lo sumo, expresan una alegría artificial. Como si para estar en la alegría se debiera ser muchos o estar todos. Es un círculo vicioso. Y así, en vez de ser comunidades contagiosas, se cuentan también pérdidas y defecciones. No era así en las comunidades primitivas, ni siquiera cuando Pablo se encontraba en prisión.
Enzo Cortese y Silvestre Pongutá, biblistas católicos italiano y colombiano respectivamente en Comentario Bíblico Latinoamericano, Verbo Divino, España, 2007.
Carta a Tito 2.11-14 - Presentación de Alvaro Michelín Salomón
Introducción a la Carta
La Epístola a Tito es atribuida al apóstol Pablo (1.1). Se trata de una carta pastoral dirigida a Tito, un cristiano procedente de la gentilidad que aparece repetidas veces mencionado en el N.T como colaborador de Pablo: 2Co2.13;7.6,13-14;8.6,16-17,23;12.18;Ga 2.1-3; 2 Tim4.10. En Tit1.4 Tito es mencionado como “verdadero hijo en la común fe”(cf. 1Tim1.2).
Curiosamente no aparece Tito mencionado en el libro de los Hechos, donde varios colaboradores de Pablo sí ocupan un lugar junto a este apóstol (Bernabé, Juan Marcos, Silas-Silvano, Timoteo, Aquila, Priscila y Apolos). Pero también es cierto que Pablo menciona a muchas personas en sus epístolas, las cuales no aparecen en Hechos (p.ej. en Rom16).
En Tit1.5 leemos que Pablo encomendó a Tito que organizara la vida de la iglesia en Creta, estableciendo ancianos (presbíteroi) en ella.E inmediatamente viene la exhortación pastoral que recomienda qué clase de vida deben llevar los ancianos y el obispo (epíscopos) (v 6-9).No es seguro si hay que identificar estos dos ministerios en uno solo o son, realmente, diferenciados, tal vez por una jurisdicción local (ancianos) y la otra regional (obispo).El ministerio del obispo es mencionado en singular, mientras que el de anciano en plural. Cf. tb.1 Tim3.1-7 y Tit2.2-5. Ello podría indicar, en efecto, que en la congregación local funcionara un consejo de ancianos y que el obispo fuera un supervisor que podría cumplir una función de dirección general de la obra cristiana. La derivación histórica posterior del cristianismo llevará a que el obispo sea el pastor o supervisor regional…
En 2ª Cor Pablo se alegra por el ministerio de Tito en Corinto y el afecto de esta congregación por Pablo (2 Co7.5-7,13-14). Además deja en claro que Tito debe encargarse de la colecta en Corinto a favor de los pobres de Jerusalén (2 Co8.6,16,23).
En Ga 2.1-3 Pablo recuerda el tiempo cuando llega a como seguidor de Cristo, acompañado por Tito, quien, sin ser hebreo de nacimiento, no fue obligado a la circuncisión.
En Tit2.1-10 hay varias exhortaciones: a los ancianos y ancianas; a los jóvenes y al propio Tito como ministro que debe ser un ejemplo para la iglesia. Los siervos cristianos, asimismo, deben practicar una conducta intachable para que sus patrones no tengan de qué quejarse.
Carta a Tito 2.11-14 - Dios ha mostrado su bondad
2.11 – La gracia de Dios se manifestó en Cristo para salvación a toda la humanidad. En Tit3.4-7 aparecen como sinónimos de “salvación” los términos bondad y amor de Dios (filantropía), misericordia y otros vinculados con la acción del Espíritu, así como la expresión paulina justificados por su gracia.
2.12 – La manifestación de la gracia de Dios en Cristo lleva a que los cristianos/as deban vivirde manera “sobria, justa y piadosamente”. Hay que marcar una diferencia de estilo de vida en el mundo con respecto a las otras personas. En el mundo hay “impiedad y deseos mundanos” (asébeia y epithymía), pero quienes siguen a Cristo, tanto personas con responsabilidad en la iglesia como siervos que tienen patrones no cristianos, deben mostrar la diferencia de esa manifestación de Cristo en sus vidas.
2.13 – Cristo ya se ha manifestado pero aún se manifestará en el futuro. Estamos en el tiempo de la esperanza entre ambas manifestaciones (epifaneiai). Esta esperanza es propia de la iglesia como un sello inconfundible al igual que lo debe ser la ética personal de sus miembros.
2.14 – La exhortación a Tito incluye esta conclusión teológica: Cristo se ha dado a sí mismo para liberarnos de toda maldad y formar, de esa manera, un pueblo “celoso de buenas obras”. Cf. Ro3.21ss. La teología paulina de la redención aparece en Tit2.14 esbozada como una ayuda-memoria de pasajes en otras epístolas donde hay un mayor desarrollo de la misma. El kerygma paulino va de la mano con un fuerte contenido ético, el cual es abordado también en los versículos siguientes, inclusive con una nota rápida sobre la ética política de los cristianos (3.1-11).
Hacia la predicación
Varias líneas de interpretación son posibles en este tiempo de Navidad.
- Tenemos una línea kerygmático-teológica según la cual se fundamenta la acción de Dios en Cristo como manifestación de la gracia para la salvación de la humanidad.En 3.4-7 tenemos una referencia que llamaríamos trinitaria, enfatizando la teología de la gracia y bondad de Dios, el papel mediador de Jesucristo como Salvador y el derramamiento del Espíritu Santo para la renovación de la vida y la afirmación en la esperanza.
- Otra línea es la ética, cuyo fundamento indudable es Cristo y su meta también. En este tiempo actual e intermedio de la esperanza entre ambas manifestaciones de Jesucristo (la acontecida y la que acontecerá en la manifestación final de su Reino), los cristianos/as estamos llamados a vivir “sobria, justa y piadosamente”, es decir, a movernos bajo los criterios de discernimiento, de justicia y de fidelidad a Dios. No da lo mismo cualquier forma de vida, ni ser injusto que justo, ni menospreciar o tomar en serio la perspectiva y el valor ético del cristianismo. En medio de una proliferación de corrientes de pensamiento, de religiones y filosofías, de prácticas individualistas y de tribus y barras urbanas, la iglesia aún tiene para ofrecer el Evangelio de Cristo de la gracia, la misericordia, la aceptación mutua, la vida en comunidad, el servicio voluntario, la esperanza activa, la libertad personal y el valor de cada uno/a.
Alvaro Michelín Salomón, biblista valdense uruguayo, en Estudio exegético–homilético, 105 – Diciembre de 2008, ISEDET, Buenos Aires.
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