Paz y bien amada hermandad.
Miércoles de Cenizas.
Nos recuerda a las y los creyentes nuestra condición humilde y el carácter transitorio de la vida humana en relación a la eternidad de Dios. Ante el orgullo, la prepotencia y el egoísmo, hemos de recordar nuestra mortalidad, que somos polvo de la tierra y que al polvo volveremos. Dios es nuestro origen y a él debemos nuestra vida, y de acuerdo a su voluntad debemos vivir.
Necesitamos la conversión de cada día, la renovación en la verdad, la libertad y la justicia, fortalecer el compromiso con el prójimo, cambiar lo que debe ser cambiado y tomar conciencia, dejando de lado lo superficial, de aquéllas que son las cosas más importantes.
Así sea.
Abrazo cálido y sereno en Cristo Jesús.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
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