Paz y bien amada hermandad.
«¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo. .. / tu gracia vale más que la vida… / mi alma está unida a ti y tu diestra me sostiene». Del Salmo 63
Que nos vivamos llamados a reconocer, aceptar, acoger la presencia continua del Dios, que nos constituye como amados y amadas invariablemente.
Sea renovada nuestra fidelidad de poner en Dios el centro de nuestra existencia en una actitud de confianza incondicional.
«Necesitamos reformular en términos de amor la concepción tradicional de la «omnipotencia divina». El único poder de Dios es el amor desarmado. Dios no tiene otro poder que el de amar»
P. Ricoeur
Acompañemos a nuestras comunidades hacia el cuidado por despertar, acompañar y hacer crecer en ellas la actitud creyente, origen, centro y meta de la vida en Dios Padre, Hijo y Santo Espíritu.
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
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