Paz y bien amada hermandad.
“Porque de la abundancia del corazón habla la boca”
Lucas 6.45
¿Cómo está tu alma? Es una antigua pregunta que Juan Wesley, solía hacer cuando se encontraba con los seguidores/as del naciente movimiento. Se trataba de una indagación precisa, una inspección, un chequeo espiritual para el seguidor/seguidora de Jesús.
¿Cuándo fue la última vez que tomaste un momento, un respiro del ajetreo de la vida, para que el corazón te dijera cuál es su condición?
En Lucas 6:45 Jesús habla sobre el corazón, o el espíritu y cómo éste moldea nuestras acciones. La calidad de los deseos que permitimos que gobiernen nuestro corazón terminan
reflejándose en nuestros pensamientos, acciones, hábitos, carácter, y en definitiva del rumbo de nuestra vida. Cuidar el corazón es una tarea diaria y vital como creyentes, discípulos y discípulas en el camino de verdad y vida que ofrece Cristo Jesús.
Necesitamos reorientar día por día nuestra relación de amor con Jesús y para ello requerimos leer la Palabra de Dios, tener tiempos de quietud e intimidad con Jesús, adorar con otros y otras creyentes, orar y hacer el examen diario. Estos son hábitos que nos ayudan a no perder el rumbo y nos permiten oír los susurros de Dios y así reorientar y unir de nuevo nuestro espíritu/corazón fragmentado.
Oramos aquietando la mente y el corazón
Paternal y maternal Dios de vida, momento a momento mi alma puede fluctuar entre la fe y el temor. Elijo perseverar en mi comunión íntima contigo como mi remedio diario.
Que la presencia de tu Espíritu me brinde reposo, quitando la confusión, el temor y la ansiedad. Te lo pido en el nombre de tu hijo Jesús. Amén.
Para incluir en tu examen
- ¿Estoy encontrando mi identidad en mi relación con Jesús, o cada vez más la encuentro en mi trabajo, relaciones, ministerio o visión?
- Para profundizar: ¿Estoy tomando tiempo para despejar mi vida, tanto física como espiritual? ¿Estoy en paz en mi intimidad con Cristo, seguro de mi identidad, y unido/a por amor a sus propósitos? ¿Siento que la agitación interna me gobierna, o estoy tranquilo, firme y satisfecho?
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
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