Un tiempo de quietud con Jesús
. . . “si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía”. Isaías 58:10
La ESPIRITUALIDAD es una dimensión del ser humano tan necesaria para su supervivencia como los latidos del corazón, sin ella, el ser humano estaría incompleto.
Desde la perspectiva cristiana y evangélica metodista, la espiritualidad es la conciencia de la comunión con Cristo Jesús a través del Espíritu Santo. La espiritualidad se profundiza en tanto vamos recorriendo el camino de la Santificación, buscando llegar a una profunda relación con Jesucristo. Ése es el camino, dejarse inspirar a través de las guías para ser transformados personal y comunitariamente por el Espíritu de Jesús.
. . . “si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía”. Isaías 58:10
Cuaresma viene a subrayar la necesidad imperiosa de renovar, transformar nuestras prácticas y modelos de vida, para hacerlos profundamente evangélicos.
Y nos ponemos de rodillas ante el Padre para pedir su dirección, que sea Él quien guíe nuestros pasos para que sea un verdadero camino hacia el Padre.
Cuaresma es tiempo propicio para renovar la vitalidad de nuestra vocación en la diversidad de ministerios, de vivenciar la llamada al primer amor.
Danos las palabras que mi hermano, mi amigo, quien tengo enfrente, está necesitando, para poder escucharte.
Gracias Señor por tomarte un tiempo para escucharnos y todo el tiempo para amarnos.
Cuaresma es un llamado imperioso a la conversión no sólo personal, sino a repensar la casa toda a la luz del evangelio. Cuaresma es hacer la voluntad de Dios. Venga, Señor, tu Reino a nuestra vida, a nuestro mundo, a nuestra casa, a nuestras relaciones humanas.
La característica cultural más peligrosa de nuestro tiempo es la apatía, es decir, el déficit de pasión, de deseo. Una apatía que se manifiesta en tres tipos de fenómenos relacionados entre sí: el olvido del sufrimiento ajeno, la ausencia de compasión y la incapacidad de padecimiento.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron he aquí todas son nuevas.”
Que nadie pase por mi vida sin haber escuchado palabra de Dios, que inunde su alma, que le de paz y seguridad de un Padre amoroso y misericordioso.