Paz y bien hermandad amada.
Mi deseo de que se encuentren fortalecidos y fortalecidas por el amor de Jesús y su Ruah de vida buena.
“No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos…” Gálatas 6, 9
Vivimos por el Espíritu en comunidad de vida. ¿Cómo es la vida de quienes viven por el Espíritu? Pablo describe la reciprocidad radical de la vida: ayúdense unos a otros, sin cansarse de practicar el bien. Una tal vida requiere de gracia y perseverancia, de una siembra alegre y constante, y de una negativa a juzgar quién es digno de ayuda y quién no lo es. Esta vida requiere la presencia del Espíritu rodeándola e infundiéndole vida de la buena y agradable a Dios. También requiere de otras y otros tan llenos del Espíritu como para ayudarnos cuando fallamos en ser hacedores del bien.
Somos desafiados y desafiadas a extender continuamente las mesas a las que nos sentamos, para oír los sueños y los deseos de los demás. A hospedar, escuchar y sorprendernos en el ejercicio de la hospitalidad.
Hermandad querida: que nuestros ojos sean mansos para los demás, como son los de Dios hacia nosotros.
“Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si puedes…
Sin necesidad de gula o hambruna,
una hermandad de hombres.
Imagínate a todo el mundo,
compartiendo el mundo”.
J. Lennon
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo
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