Paz y bien amada hermandad.
Que la gracia del Señor les esté guiando y acompañando en humildad, sencillez y desprendimiento.
“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”.
1 Pedro 2:9
Sin Dios la vida puede ser un laberinto en la cual no queda clara la salida. Con Jesús el camino adquiere claridad, plenitud y sentido.
El Señor nos da el gran privilegio de ser anunciadores/as de sus hechos maravillosos. Somos convocados y convocadas a compartir el mensaje de salvación siendo comunidad del Reino.
La iglesia es la que comparte el mensaje de salvación viviéndose como esta comunidad del Reino, practicando el sacerdocio universal de los y las creyentes.
Muchas veces no nos sentimos elegidos/as o sagrados/as, pero lo cierto es que no nos debemos vivir como irrelevantes, sino que somos llamados y llamadas a la luz admirable de Jesús el Cristo.
¡Felices quienes en medio de la oscuridad creyeron y se animaron a ver el resplandor de tu luz, amada Trinidad!
-¿Cuál es la tarea a la que nos llama el Señor en estos tiempos? ¿Qué nuevos desafíos pone en nuestras manos?
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo