Paz y bien amada hermandad!
Que la gracia del Señor esté en cada uno de sus ministerios.
“Pero Amós le contestó:—Yo no soy profeta, ni pretendo serlo. Me gano la vida cuidando ovejas y recogiendo higos silvestres, pero el Señor me quitó de andar cuidando ovejas, y me dijo: -Ve y habla en mi nombre a mi pueblo Israel”
Amós 7:14-15
Amos jamás pensó en dedicarse a la tarea de profeta. El era un modesto campesino, un chacarero, entregado al cultivo de sus higueras y el cuidado de sus ovejas. Dios lo saca de su ambiente natural y conocido enviándole a decir una palabra a su pueblo, a la corte real. Amós obedeció y habla con su lenguaje de siempre: imágenes agrestes, claras y rudas. El Señor se vale de su estilo rústico para hacer llegar un mensaje de justicia social.
No hemos de sentirnos poca cosa para anunciar la palabra del Señor, sino que vivamos con intensidad el anuncio de la buena nueva.
Y también nuestra fe, para que de la abundancia del corazón hable nuestra boca.
Que la Ruaj del Dios de la vida plena nos respalde al dar a conocer la razón de nuestra esperanza.
Abrazo cálido y sereno.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo