Oración y Ayuno – Propuesta semanal para 9/12

09 Dic 2015
en Espiritualidad y devoción
oración y ayuno

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De nuevo ha llegado el Adviento, tiempo de espera gozosa, de vigilancia. En el alma brota el anhelo, el deseo vivo de que Jesús llegue hasta nosotros. Por eso repetimos como los primeros cristianos: ¡Maranatha, ven, Señor Jesús!

Canción

ALELUYA Misa Cubana (Clara Ajo/ Pedro Triana)

¡Aleluya! ¡Aleluya! Viene a nosotros la vida.
¡Aleluya! ¡Aleluya! Viene a nosotros la paz.
Aleluya en el trabajo. Aleluya en la ciudad.
Tu Palabra nos da vida y nos hace caminar.
Luchar por un mundo nuevo lleno de sol y verdad.
Tu Palabra nos impulsa ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Oración de la mañana

¡En esta mañana querido Dios, te damos gracias por brindarnos la luz de un nuevo día! Te alabamos por la paz profunda que nos brindas al estar en tu presencia, que como un río fluya en nuestras vidas y nos de fuerzas para actuar de nuevo, y vivamos cada día en el ejemplo del Príncipe de Paz que vino desarmado, sensibilízanos para recordar la urgencia que el mundo tiene de encontrar la verdadera paz que sólo proviene de ti! Paz que cierre las heridas, que es calidez de amor fraterno, que es bienestar y alegría, que sólo en ti Dios tiene sustento y garantía. En el nombre de Jesús, Amén.

Texto sugerido

Salmo 34. 11- 14

Para rumiar en momentos del día

Paz
por Blanca S. de Martínez (Guía del Hogar, Ed. 795, 1994.)

Dice el diccionario que paz es una situación o estado en que no hay lucha o intranquilidad en un lugar o entre personas.

Jesús nos dice: “Les doy mi paz, pero hace una salvedad: no la doy como la dan los que son de este mundo”.

Por años y generaciones la iglesia no fue completamente fiel al sentido de la paz y perdón inherente al mensaje del Evangelio, con actitudes dispares cuando no completamente opuestas a este mensaje.

Escribía un autor: “cuando niño me decía que debía amar a Jesús. Miraba un cuadro que había en su iglesia, de un joven pálido y triste. El prefería al viejo y querido Daniel en el foso de los leones, o a David venciendo al gigante con su honda, o a Moisés con su vara. ¡Pero Jesús! Jesús era el cordero de Dios. El niño no sabía bien que significaba esto tendría que ver con el cordero de su vecinita…

Cuando el niño se hizo hombre llego a pensar: solo los hombres fuertes, de gran magnetismo personal logran despertar entusiasmo y crear grandes organizaciones. Sin embargo, Jesús construyo la más grande de las organizaciones ¡Que raro! No comprendía ese misterio… Decidió leer los Evangelios haciendo abstracciones de todo lo que podía haber escuchado acerca de Jesús. Sorprendido se encontró con un Jesús diferente y dijo: “He aquí un hombre que nadie conoce”.

Este Jesús que no era como otros, nos dice que su paz tampoco es como la de otros.

Los romanos se vanagloriaban de la Paz Romana, impuesta por la fuerza y la violencia, donde lo que consideraban como una actitud pacífica de pueblo no era otra de cosa que miedo y angustia.

Una de las particularidades del Evangelio es pedirnos un tipo de vida que no nos permite permanecer “tranquilos y en paz”, porque no nos deja espacio para separar a Dios del prójimo. ¿Dónde trazar una línea que nos permita decir: “Con esto estoy en paz con Dios y con esto otro estoy en paz con mi más próximo”?

Lo que el apóstol Juan dice acerca del amor es igualmente valido para la paz y lo podemos parafrasear, si alguno dice: “Yo estoy en paz con Dios y no está en paz con su hermano, es mentiroso. Pues sino está en paz con su hermano a quien ve, ¿cómo puede estar en paz con Dios a quien no a viso?”.

El señor nos ha dado una paz muy particular que nos asegura una relación armónica con nuestro Dios y Padre como una de las consecuencias de haber recibido su perdón. Pero esa paz de nuestro espíritu debe revertirse en acciones decididas para lograr la armonía, la buena voluntad y el respeto entre los seres humanos.

Alguien escribió: “La no violencia es más que ser buenos para los demás. Es alzarse contra toda injusticia, cualquier explotación, cualquier corrupción. Es defender, apostando con ello la propia vida, los derechos de las minorías, de los pobres, de los desheredados y reformar, mediante acciones no violentas, todas las estructuras inhumanas y opresivas de la sociedad, convirtiéndolas en estructuras de rostro humano”.

Nos dice el profeta: “subamos al templo del Dios de Jacob para que Él nos enseñe sus caminos y podamos andar por sus senderos. El juzgara entre las naciones y decidirá los pleitos entre los pueblos. Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucciones para la guerra.

Y un autor contemporáneo: “El peligro no está en las armas nucleares sino en el hombre. Mientras no cambie el corazón del hombre toda esperanza de desarme es una ilusión…”.
Y el apóstol Pablo nos asegura: “Cristo es nuestra paz. En su propio cuerpo puso fin a la ley y formo un solo pueblo unido a Él. Así hizo la paz. Por su muerte en la cruz dio fin a las luchas entre los pueblos y los puso en paz con Dios haciendo de ellos un solo pueblo.

Oración nocturna

Oremos por todo el pueblo de Dios en Cristo Jesús, y por cada persona según sus necesidades.

Dios misericordioso, por el nacimiento de Jesucristo en Belén eres uno de nosotros; tú compartes nuestra alegría, nuestro sufrimiento y nuestro dolor. Señor, en tu gracia
escucha nuestra oración.

Eterno Dios, tú conoces la aflicción y el sufrimiento de los pueblos oramos por las víctimas de la injusticia y de la violencia, así como por los que han causado tanto sufrimiento. Oramos por los que no pueden ir a sus lugares de trabajo. Oramos por los jóvenes que pierden esperanza en el futuro y por las familias afligidas, que han perdido a seres queridos.
Señor, en tu gracia, escucha nuestra oración.

Oramos por todos los que están condenados a vivir inválidos. Oramos por los dirigentes políticos: dales sabiduría y valor para que sepan escoger el camino de la paz y la reconciliación.
Da paz a tu iglesia, paz entre las naciones, paz en nuestros hogares y paz en nuestros corazones. Misericordioso Dios, acepta nuestras oraciones y nuestros anhelos. Tú eres nuestra única fortaleza, refugio y esperanza. En el nombre de Jesús, nuestro liberador y redentor.
Amén.

© Obispo Munib A. Younan, Iglesia Evangélica Luterana de Jordania (ELCJ), Palestina

Canción

Te pido la Paz. (Martín Mansilla)

Ayúdame a mirar con tus ojos.
Yo quiero sentir con tu corazón,
No quiero vivir más siendo insensible
Tanta necesidad oh Jesucristo//
Te pido la paz, para mi ciudad
Te pido perdón por mi ciudad
Ahora me humillo y busco tu rostro,
¿A quién iré Señor, sino a ti?

Motivos que presentamos en Oración y Ayuno

  • Por los proyectos de nuestra iglesia, especialmente por los de la Iglesia Joven.
  • Por nuestra patria argentina, los desafíos que enfrenta y por las nuevas autoridades que asumirán el 10 de diciembre.
  • Por nuestra patria latinoamericana, para defender su identidad y soberanía.
  • Por nuestros estudiantes de teología.
  • Por la formación teológica y pastoral.
  • Por quienes en distintas funciones trabajan por la vida y misión de nuestra Iglesia.
  • Por los espacios de oración y comunión en nuestras iglesias.
  • Por la Junta General recientemente elegida en la Asamblea General de nuestra Iglesia y su primera reunión el 12 y 13 de diciembre.
  • Por las instituciones educativas de nuestra iglesia.
  • Por los espacios de oración y comunión en nuestras iglesias.
  • Por una Iglesia Metodista que no cese de preguntarse.
  • Por quienes están necesitados de ser sanados, restaurados, liberados en Cristo.
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