Oración y Ayuno – Propuesta semanal para 23/12

22 Dic 2015
en Espiritualidad y devoción
oración y ayuno

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Canción

¡Oh, Santísimo, Felicísimo!

¡Oh, santísimo, felicísimo, grato tiempo de navidad!
Al mundo perdido, Cristo le ha nacido:
¡Alegría, alegría, cristiandad!
¡Oh, santísimo, felicísimo, grato tiempo de navidad!
Coros celestiales oyen los mortales:
¡Alegría, alegría, cristiandad!
¡Oh, santísimo, felicísimo, grato tiempo de navidad!
Príncipe del cielo, danos tu consuelo:
¡Alegría, alegría, cristiandad!

Oración de la mañana

Eterno Dios, por largas generaciones tú has preparado el camino, en nuestro mundo, para la venida de tu Hijo y por tu Espíritu traes aún la luz del evangelio a los que moran en tinieblas; renuévanos en este nuevo día, que podamos dar la bienvenida a tu presencia en nuestras vidas, que te sedamos el gobierno de nuestros pensamientos, actitudes y acciones, que le permitamos a tu amor dirigir todo nuestro vivir, como Señor de señores y Rey de reyes; a quien sea la gloria por siempre. Amén.

Texto sugerido

Salmo 98

Para rumiar en momentos del día

De regalos y regaloides
LUPA PROTESTANTE – ESCRITO POR JOSÉ PABLO CHACÓN

Aquí está de nuevo la navidad. Y como cada año, comienza una época mezclada de fiestas y reflexiones. Ambas cosas son bienvenidas, hay que saber disfrutar y hay que tomar el tiempo para honrar el origen de esta festividad.

Nos asalta ese sermón que nos grita desde hace muchos años un estribillo que dice mas o menos asi: “La navidad no son los regalos, la navidad es Jesús”. Quiero demostrar en estos párrafos que la navidad, claro que si, son los regalos, que la navidad sí se trata de regalos, aunque no de regaloides.

En el Antiguo Testamento hay un momento raro y único en el que acontece la navidad de una forma maravillosa y contundente. Algunos dirán que eso es imposible, ya que Jesús no llega al mundo sino en tiempos de Herodes y no en tiempos del Antiguo Testamento, y mucho menos en Génesis 14:18, que es donde he encontrado mi texto navideño de este año.

Resulta que Abraham regresaba de rescatar a su sobrino Lot, venía de una batalla y había vencido. Ahí es donde se encuentra a un personaje tan enigmático como escurridizo. Abraham se encuentra con Melquisedec, rey y sacerdote de Salem. Una figura que solo aparece dos veces en todo el Antiguo Testamento, de quien no se sabe más que lo que se dice en un solo versículo del Génesis:

Y Melquisedec, rey de Salén y sacerdote del Dios altísimo, le ofreció pan y vino.

Era sacerdote y rey a la vez, y reinaba en lo que llegaría a ser Jerusalén. Se dice de él que era sacerdote del Dios Altísimo, incluso antes de que existiera ninguna de las tres religiones monoteístas que descienden de Abraham (judaísmo, cristianismo e Islam). Pero lo más importante hoy es que Melquisedec da dos regalos a Abraham, le da pan y le da vino.

Este encuentro entre Abraham y Melquisedec es realmente navidad. Aquí acontece la navidad, con todo y regalos. La figura de Melquisedec se puede entender como un proto Jesús y este encuentro como una proto navidad. ¿Por qué? En el otro texto del Antiguo Testamento donde se menciona (Sal. 110:4) se dice del Mesías  «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec». Este personaje es una prefiguración de Jesús, y Jesús es el centro de la navidad. El Nuevo Testamento disipa toda duda y nos dice en Hebreos 6:19-20: 

Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario,  hasta donde Jesús, el precursor, entró por nosotros, llegando a ser sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.

Melquisedec significa rey justo y, recordémoslo, reina en una ciudad cuyo nombre se traduce por paz. Pero volvamos a los regalos. Melquisedec da pan y vino, símbolos unión, de comunión, de relación, de cercanía, de sacrificio, de mesa, de casa, de solidaridad, de hospitalidad. ¿Por qué en la Biblia el vino y el pan simbolizan todo eso? Porque es lo que Jesús ofrece en la mesa a sus discípulos y con ellos a todos nosotros. El pan y el vino son símbolo de su cuerpo y de su sangre, símbolo de entrega, de amor profundo, de compañía.

La navidad cristiana (si es que puede haber otra) es justamente eso, que él vino al mundo para darnos el pan y el vino. Esos fueron sus regalos: su misericordia, su amor, el es Dios con nosotros, quiere vivir con nosotros, habitar con nosotros, con los quebrantados, romper la lejanía, la distancia, acercarse y convivir (Is. 57:15). El regalo de la navidad, el verdadero regalo tiene que ver con las relaciones, no con las posesiones.

Los regaloides en cambio tienen que ver con posesiones, con imposiciones sociales, no importa cuánto cueste, el regaloide se da para cumplir, para no quedar mal, se da por compromiso.

El regalo, configurado por Jesús, apunta a la eternidad, el regaloide apunta a la temporalidad. El regalo da lo que puede durar eternamente, misericordia, solidaridad, compañía, presencia. El regaloide se come y se acaba, se usa y se tira, se viste y se desecha. El regalo sacia lo profundo, el regaloide sacia lo superficial; el regalo es darse a sí mismo, el regaloide es simplemente dar algo. El regalo tiene más que ver con la persona, el regaloidetiene que mas ver con la cosa. El regalo viene para quedarse, el regaloide llega, cumple y se va.

Por eso el regalo verdadero, el regalo que moldea Jesús, es el de la reconciliación (2 Cor. 5:18), es el del perdón (Lc. 23:34), es el de la unión familiar, es el de la milla extra (Mt. 5:41), es el de la otra mejilla (Mt. 5:39) y es el de las setenta veces siete (Mt. 18:22).

Ahí donde el regaloide da la mano, el regalo da el corazón; donde el reagaloide entrega un paquete, el regalo entrega la vida. Navidad es dar regalos, si, pero no regaloides. Eso es lo que podría hacer diferente ésta y el resto de nuestras navidades.

Oración nocturna

Al llegar la noche, te damos gracias por tu amorosa compañía, presencia que nos alegra y fortalece, te reconocemos en medio nuestro, que viniste y que vienes a nosotros cada día. Padre, desde el Jordán enviaste un mensajero a preparar los corazones para recibir a tu Hijo. Ayúdanos a arrepentirnos de nuestros pecados, cambiar de vida y recibirlo dignamente.
Somos pobres y esperamos tus dones; somos seres de frágil barro y esperamos al Alfarero; somos esclavos y esperamos al Libertador; somos peregrinos y esperamos al que es la Meta; somos pecadores y esperamos al que es la Gracia.

Despierta en nosotros, Señor, el amor a la verdad; suscita en nosotros el espíritu de oración y de conversión y, Señor danos un corazón renovado y lleno de fe, esperanza y caridad.
Ilumina nuestros pasos y haz que tu Luz sea nuestra luz. Guíanos por el camino que conduce a Belén, para contemplar allí a tu Hijo amado y experimentar su presencia. Te lo pedimos por Jesucristo. Amén.

Oración nocturna

Dios de manos extendidas y de corazón generoso,
Dios de pactos que se renuevan y de gracia sin fin,
Dios cuya justicia lleva a la paz y a la plenitud,
abre los ojos de tu pueblo, para que no sea confundido,
abre los oídos de tus hijos e hijas, para que puedan escucharte,
sensibiliza a quienes te confiesan “Señor” para que puedan hacer tu voluntad.
¡Haz que volvamos a ser lo que fuimos!
Que tu estrella nos indique el camino;
Que tu pueblo vea la clara luz;
Que para todas las gentes haya paz y no falte el pan.
Envía tu bendición sobre nosotros,
En el Adviento de cada nuevo día,
En esta Navidad,
En nombre del Padre materno,
Y del Espíritu Santo de vida,
Y del niño divino-humano
Que acogemos en nuestros corazones. Amén.

(Luiz Carlos Ramos, Brasil)

Canción

Enciende una luz

Enciende una luz, déjala brillar,
la luz de Jesús que brille en todo lugar.
No la puedes esconder, no te puedes callar,
ante tal necesidad, enciende una luz en la obscuridad.

Y como pues invocaran a Aquel que no han creído?
Y como creerán en Aquel de quien no han oído?
Y como oirán si nadie les predica?
Hermosos son los pies de los que anuncian la paz,
las buenas nuevas de Jesús.

Motivos que presentamos en Oración y Ayuno

  • Por los proyectos de nuestra iglesia, especialmente por los de la Iglesia Joven.
  • Por nuestra patria argentina, los desafíos que enfrenta y por las nuevas autoridades.
  • Por nuestra patria latinoamericana, para defender su identidad y soberanía.
  • Por nuestros estudiantes de teología.
  • Por la formación teológica y pastoral.
  • Por quienes en distintas funciones trabajan por la vida y misión de nuestra Iglesia.
  • Por los espacios de oración y comunión en nuestras iglesias.
  • Por las celebraciones de fin de año en cada iglesia local.
  • Por la Junta General.
  • Por quienes están necesitados de ser sanados, restaurados, liberados en Cristo.
  • Por la fortaleza, y consuelo de los familiares de los que han partido en este último tiempo.
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